Burn the city, o cómo disfrutar destruyendo ciudades

Los juegos de derribar o destruir todo tipo de objetos han funcionado realmente bien en los dispositivos móviles. Ya se trate de matar cerdos verdes o acabar con zombies cada vez que vemos un juego de este género es imposible resistirse y darle una oportunidad. Además, la mayoría de ellos hacen un buen uso de las interfaces táctiles por lo que resulta muy fácil jugar independiente de nuestra habilidad.

Dentro de ese gran abanico, de los cuales ya hemos hablado en alguna ocasión, tenemos Burn the city. Un juego con un título muy descriptivo ya que el objetivo es precisamente ese: quemar la ciudad utilizando al protagonista, un lagarto gigante con el que tendremos que escupir bolas de fuego con mucha precisión para reducir todo a cenizas.

A simple vista estamos ante un juego clon más: disparar hasta acabar con todos los objetos del escenario, siendo esto cierto no implica que sea aburrido. El hecho de que tengamos que apuntar bien para lograr destruir todos los edificios y la curva de dificultad que va añadiendo más obstáculos y objetos que utilizar hacen de Burn the city un título divertido.

El problema del juego son los controles. Si bien la interfaz para navegar por el escenario es correcta se echa de menos una función de zoom para alejar la vista y poder ver mejor a dónde van nuestros disparos. Además, la mecánica para disparar es un poco extraña (desplazamos el dedo desde el lagarto hasta donde queremos apuntar). Quizá sea un intento de imitar la mecánica de Angry Birds y con algo tan sencillo como apuntar, dejar pulsado y disparar hubiera funcionado mejor.

Burn the city cuenta con 45 niveles en total, cantidad que se irá ampliando en un futuro. El juego cuenta con una versión gratuita que nos permite jugar las primeras fases y, si nos gusta, comprar la versión completa por 0,73 céntimos. Un precio asequible para un título divertido, con pequeños fallos, pero que no defrauda.