Así han sido los 5 años recién cumplidos de la familia Galaxy Note de Samsung

Así han sido los 5 años recién cumplidos de la familia Galaxy Note de Samsung

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Así han sido los 5 años recién cumplidos de la familia Galaxy Note de Samsung

Samsung es uno de los más veteranos de Android, pero su familia Galaxy es incluso anterior al nacimiento de nuestro sistema operativo perfecto. No obstante, de entre todas las subfamilias que engloba la saga Galaxy desde sus inicios, vamos a centrarnos concretamente en la Note, la original de los phablets.

Es posible que el actual Galaxy Note 7, ya discontinuado, haya sido uno de los mayores fracasos (por no decir el mayor) de Samsung desde sus inicios en la era smartphone, pero a esta familia es a la que le debemos, amemos u odiemos a Samsung, el nacimiento de un subtipo de smartphone, el phablet. Repasemos un poco cada uno de los miembros de la familia Note hasta el día de hoy.

Samsung Galaxy Note, el primer phablet

Galaxy Note 1

El 28 de octubre del 2011 salía a la venta el Samsung Galaxy Note en Estados Unidos tras haberse presentado en el IFA de ese mismo año. Hablamos del primer phablet, con una pantalla HD Super AMOLED de 5,3 pulgadas con resolución 1.280 x 800 píxeles. Equipaba una batería de 2.500 mAh, un procesador Exynos de doble núcleo y 1 GB de RAM.

El terminal nació con Android 2.3.4 Gingerbread y llegó a actualizarse hasta 4.1.2 Jelly Bean en el 2013. La principal característica era su S-Pen, un stylus que se metía en el propio teléfono y que servía para realizar diversas acciones en él, como dibujar o anotar cosas a mano en el propio terminal.

5,3 pulgadas de pantalla, que a día de hoy no es un mal tamaño, en aquellos tiempos era algo excesivo, e incluso yo pensaba que era demasiada pantalla para transportarla en el bolsillo todo el día, sin mencionar su peso, 178 gramos, que a más de uno le haría que se le cayeran los pantalones.

Contra todo pronóstico, el Galaxy Note original, el primogénito, fue todo un éxito en ventas a pesar de las bromas de la época en las que se decía que no cabría en el bolsillo o que podías usarlo de raqueta para el tenis. Esto hizo que el fabricante coreano se animara a sacar una segunda generación.

Samsung Galaxy Note 2, más grande todavía

Galaxy Note 2

En julio del 2012 veríamos al sucesor del Galaxy Note, el Galaxy Note 2, cuya pantalla crecería hasta las 5,5 pulgadas que en estos tiempos está tan extendido, y su resolución se quedaría en 1.280 x 720 píxeles con la misma tecnología HD Super AMOLED. Su batería crecería hasta unos más generosos 3.100 mAh.

Su procesador seguiría siendo un Exynos, pero esta vez de 4 núcleos y creciendo hasta los 2 GB de RAM. El terminal salía de la caja con Android 4.1.1 Jelly Bean y se actualizaría hasta 4.4.2 KitKat. El S-Pen incorporaría una mejora, que sería la precursora de Air View, que permitía previsualizar el contenido de una carpeta o vídeo al acercarlo sin tocar la pantalla.

El S-Pen, la herramienta diferencial de esta familia de phablets, recibió aún más mejoras, lo que hizo que ganara aún más popularidad entre los usuarios, que veían como ese pequeño lápiz que se metía en el móvil ganaba utilidad y ponía las cosas más fáciles a aquellos trabajadores que estaban continuamente moviéndose por la calle.

Samsung Galaxy Note 3, aún más potencia bruta y dos versiones

Galaxy Note 3

Si algo estaba quedando muy claro es que los Galaxy Note empleaban toda la potencia bruta que pudiera comprar y fabricar Samsung, y esta tercera generación, presentada en el IFA de Berlín en septiembre del 2013 no se podía quedar atrás. El terminal sigue creciendo hasta las 5,7 pulgadas, pero aumentando, además, su resolución a FullHD con su tecnología Super AMOLED.

Las dos versiones se diferenciaban por el procesador, que podía ser un Exynos 5 Octa, un Octa-Core con la tecnología big.LITTLE o el Snapdragon 800. Sólo este último tenía la capacidad de conectarse a redes LTE. Su RAM, cómo no, también crecería hasta los 3 GB, así como su batería, que llegaría a los 3.200 mAh.

En este momento ya empezaban a afianzarse los phablets de otras marcas, como el LG Optimus G Pro (que llegó demasiado tarde a Europa), el HTC One Max o el titánico Sony Xperia Z Ultra, pero aun así simplemente competían en el tamaño de pantalla y el S-Pen era el arma que blandía Samsung para mantener la fidelidad de sus clientes.

Samsung Galaxy Note 4, ya dejan de crecer

Galaxy Note 4

Un año después, en septiembre del 2014, se presentaría el Galaxy Note 4 que, al fin, dejaría de crecer en cuanto a tamaño de pantalla, pero que decidió que la resolución se le había quedado corta, así que apostaron por incluir una resolución QHD manteniendo, eso sí, su tecnología Super AMOLED.

Nuevamente veríamos dos versiones de este dispositivo según su procesador, siendo el Exynos 5433 un Octa-core y el poco usado Snapdragon 805 un Quad-core. La memoria RAM también se mantendía en los 3 GB, pero pasaron a centrarse en mejorar el apartado fotográfico con un sensor de 16 MP y estabilizador óptico.

Su S-Pen seguiría adquiriendo mejoras, como ha estado sucediendo generación tras generación, pero lo que realmente llamaría la atención sería la aparición del Galaxy Note Edge, el mismo terminal pero con un borde lateral curvado en la parte de la pantalla e incorporaría funciones de software para aprovechar esa parte 'edge'.

En este terminal encontraríamos al que sería el primer terminal Edge, pero que varios meses más tarde, con el Galaxy S6 Edge, evolucionaría para curvar ambas partes de la pantalla y añadir algunas utilidades más. El precio del Note Edge, eso sí, sería bastante alto para la época.

Samsung Galaxy Note 5, el jamás visto en Europa

Samsung Galaxy Note 5

El Galaxy Note 5 se dio a conocer en Agosto del año pasado, manteniendo tanto el tamaño de pantalla como la resolución de la misma. Este terminal vendría acompañado de otro phablet, pero esta vez de la familia Galaxy S, el Galaxy S6 Edge+, el cual era una versión phablet del Galaxy S6 Edge.

El Note 5 apostaría esta vez por una única versión con el Exynos 7420, usado también en los emás buques insignia de la compañía ante los problemas de sobrecalentamiento que generaba el Snapdragon 810. La memoria RAM subiría hasta los 4 GB para mantenerse en la nueva tendencia y seguía mejorando tanto la calidad fotográfica como las funcionalidades el S-Pen.

Una de las críticas que recibió el terminal es su batería, de tan sólo 3.020 mAh, que se había reducido respecto a su generación anterior mateniendo su resolución QHD de 5,7 pulgadas. La otra crítica que se le realizó, esta vez a Samsung, es que este terminal no lo veríamos en Europa, según la compañía, por el poco uso que le damos al S-Pen, así que nos dejaron sólo la opción del S6 Edge+ como phablet.

Samsung Galaxy Note 7, la oveja negra de la saga

Con el fin de ajustar los números de la familia Note con la S, Samsung decidió saltarse el número 6 y nombraron a la sexta generación de los Note Samsung Galaxy Note 7, que traería un hardware similar al del Galaxy S7 y S7 Edge, con versiones con procesador Exynos 8890 y Snapdragon 820, 4 GB de RAM y memorias e 64 GB y 128 GB.

Samsung aprendió la lección de su anterior generación e incluyeron una batería más generosa, de 3.500 mAh, pero entonces sucedería la mayor pesadilla que le podía suceder a un fabricante de su talla: la batería ardía y, en consecuencia, hacía arder al terminal entero, llegando a provocar daños materiales costosos y alguna lesión.

Al principio el fabricante se pronunció diciendo que era debido a un efencto de Samsung SDI, la que fabricaba la mayoría de sus baterías, hicieron un primer 'recall' muy rápido y sustituyeron las unidades defectuosas por otras más seguras, pero la pesadilla continuó en estos nuevos terminales, teniendo que parar la producción del Note 7 para siempre.

Aún no se saben las causas verdaderas de este suceso, pero ha provocado pérdidas económicas bastante generosas en Samsung, e incluso posiblemente haya retrasado ligeramente la producción de su futuro galaxy S8.

¿Qué pasará en adelante?

Note 7 Meme1

Si bien algunos rumores apuntaban a que la familia Note moriría con este Note 7, con toda la sutileza posible Samsung ha dado a entender que sí que existiría un Note 8. Quizás más adelante controlen mejor la producción de las baterías, pues son unos elementos que pueden llegar a ser peligrosos, como ya hemos visto estos meses.

Tiene bastante lógica que Samsung decida mantener la familia, pues nunca se ha rendido fácilmente, y como prueba están los móviles de plástico que seguían fabricando hasta el Galaxy S5 a pesar de que muchos se habían pasado al metal o cristal. Esperaremos a los siguientes terminales, y esperamos también que la familia Note cumpla algunos años más.

En Xataka Android | Samsung nos recuerda que el Galaxy S7 no es un Note 7

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