El OnePlus One fue un éxito un tanto inesperado, se trataba de un teléfono con unas especificaciones muy buenas a un precio bastante contenido. Un buen diseño, un buen hardware y un arma tan potente como Cyanogen OS hicieron de este terminal un objeto muy deseado por cualquiera que conociera todo lo que podia ofrecer.
No obstante la filial de Oppo se puso un muro en forma de invitaciones. Para adquirir este terminal tenías que tener una invitación, y eso hizo que el propio terminal dejara de cobrar algo de importancia para ceder protagonismo a las críticas por este sistema de ventas que dejaba a muchísima gente fuera.
El hype como herramienta principal de marketing
Si hay algo que hacen todos los fabricantes (al menos los principales) es hacer como que se les cuelan cosas puntuales sobre aquellos terminales que pretenden que sean un éxito. A través de estas "filtraciones" (probablemente haya varios casos en los que sean algo imprevisto) intentan abrir boca a sus posibles compradores.
OnePlus no es un excepción, desde que se anunció su existencia y que estaban trabajando en un terminal al que calificaron como "flagship killer", estaban empezando a crear esa sensación de necesidad en el usuario. Aparecían con cuentagotas filtraciones de sus especificaciones y su posible precio, y jugaron con ello como si de una empresa veterana se tratara.
El resultado, tras ver un smarphone de gama alta con precio de gama media, es un público prácticamente enloquecido que vio a este terminal como algo revolucionario. Y es que cuando se habla del bolsillo de la gente, como les pongan un producto de alta calidad a un precio bajo ya resultará innovador.
Pero no fue sólo esto, sino que, para deleite de los conocedores de las ROM's cocinadas, llevaba dentro Cyanogen OS, lo cual acercaba al usuario de a pie la experiencia de CyanogenMod sin tener que rootear su terminal ni hacer nada que no sea abrir la caja, acunarlo entre sus brazos, encenderlo y jurarle amor eterno (al menos durante un tiempo).
Ahora OnePlus ya se había ganado la atención de los usuarios, y cada vez que la compañía anunciase algo sería una noticia de primera. Así es como funciona el hype, esa estrategia de marketing que no les cuesta un céntimo.
Del hype a la realidad siempre hay una diferencia
Algo que más de uno sabrá es que esas espectativas que se crean acaban, en muchas ocasiones, con el usuario un tanto decepcionado. Esto no es exclusivo de OnePlus, sino que es un tanto generalizado, y todos los fabricantes han provocado esta sensación de decepción en, al menos, un terminal al año.
En el caso que nos ocupa, el OnePlus 3 ya ha comenzado con todas las de la ley su campaña de hype con un vídeo de 7 segundos (que podéis ver más arriba) para empezar a abrir boca. Pero hay algo mejor, y es que el 6 de junio, en su tienda online china, pondrán a la venta 1.000 unidades que tendrán que ser compradas a ciegas, sólo se muestra la caja negra.
Este es otro intento de hacer ver a la gente que están ahí, deseando venderte su terminal. Es original, hay que admitirlo: te venden un smartphone que aún no se ha presentado mostrándote sólo la caja negra en la que vendrá, aunque no lo enviarán hasta que se presente, ya que si sale a un precio superior al del venta, deberás abonar la diferencia (se vende a unos 455 dólares).
¿Estará a la altura el OnePlus 3 del hype que ha generado?
La cuestión que nos ocupa, de todas maneras, es si, tras todo este bombardeo de rumores, los usuarios quedarán decepcionados con el terminal. Debemos tener en cuenta que no se valoran sólo las especificaciones, sino que esté correctamente montado y bien optimizado a nivel de software.
Ya sucedió con el OnePlus 2, que resultó ser una revisión del OnePlus One, con un diseño similar, sin Cyanogen OS (se quedó con Oxygen OS) y un aumento de potencia. Respecto a esto último, si bien es cierto que llevaba lo último (Snapdragon 810), no era tan rápido como su competencia.
En conclusión fue un buen smartphone que, sin embargo, no estuvo a la altura del hype que había creado alrededor del teléfono. Y algo parecido podría suceder con el futuro OnePlus 3, del que se conocen las especificaciones principales y que están muy bien sobre el papel, pero para saber si está a la altura de lo prometido habrá que analizarlo en profundidad.
Las especificaciones están muy bien, pero quedará en nada si resulta ser un terminal poco atractivo, mal optimizado y una autonomía realmente escasa. Hasta saber qué tal se desenvuelve el teléfono no sabremos nada concreto, pero mientras tanto, nos podemos lanzar a opinar y dar nuestros argumentos a favor o en contra de este OnePlus 3.
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