Face ID en el iPhone X y el escáner de iris de Samsung: soluciones diferentes a un mismo problema

Face ID en el iPhone X y el escáner de iris de Samsung: soluciones diferentes a un mismo problema

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Face ID en el iPhone X y el escáner de iris de Samsung: soluciones diferentes a un mismo problema

Con los móviles "sin bordes" ya establecidos como la tendencia dominante en smartphones de gama alta, los fabricantes se enfrentan al dilema del lector de huellas. De momento la tecnología para integrarlos bajo la pantalla no parece estar lista y las marcas buscan otras soluciones. Algunos como Xiaomi y su Mi Mix lo sitúan en la parte trasera, sin más. Samsung también lo puso detrás en el Galaxy S8, pero además añadió el escáner de iris en la parte frontal como medida de seguridad adicional, configuración que repitieron con el Note 8.

Ayer Apple presentó su iPhone X y también aportó su propia solución, se llama Face ID y es un sistema de reconocimiento facial que, según la compañía, es más seguro que el lector de huellas. Tanto el sistema de Apple como el de Samsung se basan en la biometría (identificación en base a rasgos físicos), para que nos reconozcan hay que mirar el móvil y están enfocados a solucionar el mismo problema, pero hay diferencias importantes.

El iris como identificación

La principal diferencia entre ambos sistemas está bastante clara: uno nos identifica en base al iris y otro en base al rostro. En el caso de los Samsung Galaxy S8 y Note 8, además de la cámara frontal, hay una cámara adicional que se encarga de hacer la lectura de iris.

Iris Samsung

Para poder capturar las variaciones de nuestro iris, la cámara hace uso de un haz infrarrojo que permite extraer una imagen para compararla con el iris registrado; la luz es invisible y ayuda a resaltar todas las variaciones del iris. Eso sí, para que pueda leerlo correctamente es necesario que coloquemos los ojos en los dos círculos que aparecen en la pantalla del móvil.

Sobre la seguridad, los escáneres de iris son uno de los métodos de autenticación biométrica más difíciles de suplantar. El 'dibujo' de un iris contiene incluso más variaciones que la huella y por tanto es más seguro, al menos sobre el papel. Sin embargo, el sistema de Samsung fue esquivado con ayuda de una foto de alta resolución y unas lentes de contacto. Que un ladrón tenga una foto tuya es un escenario bastante poco usual, pero si se diera el caso, el bloqueo mediante reconocimiento de iris serviría de poco. La compañía admitió que el sistema no es perfecto y recomendó hacer uso de un PIN numérico.

Face ID: reconocimiento facial 'en esteroides'

El reconocimiento facial es una función que Google implantó en Android con la versión 4.0 Ice Cream Sandwich y su seguridad dejaba mucho que desear ya por aquel entonces. Los Galaxy S8 y Note 8 también lo tienen y es el método más inseguro de todos los que ofrece (recordemos que también tiene lector de huellas). En numerosas ocasiones hemos visto como no hace falta ni imprimir la foto, incluso el sistema de detección de vida (parpadeos) puede ser simulado sin mucha dificultad.

Durante la presentación, Apple dedicó un buen rato a explicar cómo funciona Face ID (con demostración fallida incluida, todo sea dicho), y es que además de justificar la desaparición del lector de huellas, también tenían (y tienen) por delante tarea de demostrar que el reconocimiento facial puede ser seguro.

Los detalles del funcionamiento de Face ID ponen de manifiesto que este es un reconocimiento facial más complejo que lo que habíamos visto hasta ahora. En este caso se hace una lectura tridimensional proyectando hasta 30.000 puntos sobre la cara. Además, el procesador está preparado para analizar los datos generados y detectar todas las variaciones.

Face ID funcionamiento iPhone X

Apple afirma que el sistema es más seguro incluso que el lector de huellas Touch ID y asegura que no tendrá problemas si hay cambios en la cara, incluyendo si el usuario lleva o no barba. Tampoco podrá ser suplantado por moldes tridimensionales del rostro, pero claro, para eso tendremos que esperar a que llegue al mercado y empiecen los intentos para saltarse la protección de Face ID, que estamos seguros no serán pocos.

Sin embargo, no hay un sistema perfecto y, cuando el reconocimiento falle, no existe la opción de acudir al lector de huellas como sí sucede en los Note 8 y S8. En este caso tocará teclear el PIN que hayamos configurado. Sí, el lector de los Galaxy está en una posición muy incómoda, pero está. No hay duda de que en Apple están muy seguros de la eficacia de su nuevo invento, tanto como para cargarse el lector Touch ID.

¿El principio del fin del lector de huellas?

En pocos años, los lectores de huellas se han convertido en piezas casi imprescindibles en nuestros móviles pero, como decíamos, con los nuevos diseños en los que la pantalla ocupa la mayor parte del frontal la cosa se complica y toca buscar soluciones. La solución de Apple ha sido matar el lector de huellas, mientras que Samsung se resiste a eliminarlo, aunque lo coloca en esa posición tan incómoda que lo relega a un puesto secundario.

¿Matar el lector de huellas o reubicarlo? Lo que está claro es que con los diseños 'todo pantalla' se está convirtiendo en un elemento secundario.

Los lectores en la parte trasera son otra opción, pero aunque son cómodos cuando tenemos el móvil en la mano, si lo dejamos en la mesa nos obligan a cogerlo para desbloquear. Sony y sus lectores laterales también se libran del dilema, claro que estamos a la espera de que lancen un móvil sin marcos para ver si esta ubicación sigue siendo viable.

Los lectores de huellas bajo la pantalla serían la solución ideal, pero de momento va a tocar esperar. Si la tecnología tarda demasiado en llegar, puede que para entonces los sistemas de iris y reconocimiento facial le hayan quitado el puesto. ¿Con cuál te quedas?

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