Fonkraft, el smartphone Android modular que pasó del cielo al infierno en tan solo seis días

Fonkraft, el smartphone Android modular que pasó del cielo al infierno en tan solo seis días

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Fonkraft, el smartphone Android modular que pasó del cielo al infierno en tan solo seis días

El crowdfunding nos ha dejado historias de triunfos y fracasos. Proyectos que han salido muy bien y otros que han resultado ser un auténtico fraude. Por fortuna, los segundos son minoría pero es cierto que siempre tienen mucha repercusión. De hecho, hoy nos toca hablar de uno de los últimos escándalos. Un smartphone Android donde la propia plataforma en la que buscaban financiación ha tenido que abortar su salida y el dinero que habían conseguido.

Su nombre es Fonkraft y se trata de un teléfono modular que utilizaba Project Ara. Un teléfono con un montón de piezas y componentes que además prometía ser asequible. Empezaron con fuerza y subieron muy rápido para, pocos días después caer derribados. Muchas dudas, poca información y una historia que acaba muy mal.

Las piezas de este teléfono no encajan

Los creadores de Fonkraft lanzaron una campaña en IndieGoGo. Su propósito era crear un teléfono por parte partiendo de Project Ara. La idea era buena, de hecho parecía un buen empujón para un proyecto que de momento tiene más de conceptual que de práctico. Buscaban 50.000 dólares en 45 días, una cifra poco razonable teniendo en cuenta el producto del que se trataba.

Todo parecía muy razonable, pero había algunas cosas que rechinaba: la CPU y la GPU eran módulos separados. Algo muy extraño si tenemos en cuenta que en todos los teléfonos estos componentes se ponen juntos para ahorrar espacio y obtener un buen rendimiento. Que sean piezas separadas era un paso atrás y a la larga podía dar problemas de compatibilidad entre un elemento y otro.

Fonekraft

Otro aspecto técnico que no cuadraba era el hecho de que anunciaran el móvil con Android 5.0 Lollipop. El problema de los teléfonos modulares radica en que el sistema debe ser capaz de reconocer los módulos en caliente y cargarlos según se conecten o se quiten. De momento, esa función no está disponible en Android 5.0, al menos no en la versión que conocemos nosotros. Todavía está muy verde.

Con todo eso, Fonkraft salió en IndieGoGo. Su meta de 50.000 dólares no parecía realista. Teniendo en cuenta que tenían que hacer muchos desarrollos desde cero (solo el molde de plástico a medida ya vale entre 2.000 y 3.000 dólares) esta cantidad no parecía fiable. Sus precios tampoco: 99 dólares para el modelo más asequible y 200 para la configuración más ambiciosa. No cuadraba, hubo voces que empezaron a tildar al proyecto de fraudulento pero en tres días consiguieron la cantidad que pedían.

Sin embargo, tres días más tarde (y con 42 por delante para cerrar la campaña) IndieGoGo decide cerrar y bloquear la campaña de Fonekraft, devolviendo el dinero a las personas que habían contribuido. ¿Qué había pasado? Muy sencillo: la empresa que había detrás era muy opaca y comenzaron a surgir varias sospechas alrededor de ellos.

Del crowdfunding a donaciones en PayPal

Por un lado, no hay forma de localizar información sobre ellos en la web: no hay dirección física, no hay número de teléfono, ni registro de la empresa o información legal. Cero, más allá de la parte comercial para intentarnos convencer de que invirtamos no había absolutamente nada. Puede parecer algo baladí pero en algunos países es obligatorio que esta información aparezca reflejada por algún lado. De hecho, en Austria (de donde son sus creadores) es necesario sí o sí.

Sus creadores, Sebastian Mayer y Matthias Berger, son personas bastante esquivas a las que resulta imposible encontrar a través de buscadores y redes sociales. Tienes un gran proyecto que busca empujar una de las tecnologías más prometedoras (y etéreas) del momento y resulta que no aparecen por ningún sitio. Sospechoso, pero lo peor de todo ha sido la actualización que han hecho en su página web.

Si entramos en ella, ya no aparece la información de sus autores. Solo una actualización protestando por la medida de IndieGoGo y un botón para realizar donaciones a través de PayPal. Esto último hace que todo sea más sospechoso todavía. Sus creadores aseguran que no hay ningún fraude detrás pero la realidad es que ahora mismo solo piden dinero así ya que en Kickstarter, dicen, no han reunido los requisitos necesarios para poder sacar una campaña.

La situación es muy extraña pero en menos de una semana esta empresa ha pasado de ser un proyecto prometedor a ser, con toda la información sobre la mesa, un montón de humo. El proyecto era prometedor pero a veces estas cosas pasan y, por fortuna, esta vez la plataforma ha actuado a tiempo evitando un fraude potencial de más de 50.000 dólares.

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