Samsung y sus nuevas líneas unibody suman problemas de reparación

Samsung y sus nuevas líneas unibody suman problemas de reparación

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Samsung y sus nuevas líneas unibody suman problemas de reparación

Una de las cosas que se han ido poniendo de moda de la manera más silenciosa posible son los terminales unibody o, dicho de otra manera, terminales cuya carcasa trasera no es puee quitar fácilmente para acceder a la batería y otros componentes internos. Esto se ha ido haciendo, desde hace unos años, más y más frecuente.

Ningún fabricante se ha escapado de esta curiosa moda, ni siquiera Samsung, que no tuvo más remedio que pasarse a fabricar terminales unibody para, además, darles un aspecto premium al cambiar de material (abandonan el plástico para adoptar el cristal). Ahora bien, si en diseño han ganado algunos puntos, esto tiene sus inconvenientes.

Terminales Samsung más atractivos, pero mucho más difíciles de reparar

Note 7 4

En la mayoría de casos, cuando un fabricante se pasa a la fabricación de móviles unibody, suele ser para darles un toque de elegancia gracias al cambio de materiales y un aspecto más esbelto a cambio, por supuesto, de que no se pueda acceder al interior de una forma sencilla (metiendo la uña para retirar la tapa trasera).

Samsung, por su parte, con el Galaxy S6 dio el gran paso viendo que el "experimento" que fue el Galaxy Alpha salió bastante bien para ellos. Esto dividió al público en general, quedando una parte satisfecha con este cambio de materiales y otros descontentos porque se eliminaba la batería extraíble, una seña de identidad del fabricante coreano.

Pero esto esconde un problema que queda oculto para la mayoría de usuarios, y es que estos terminales resultan más difíciles de reparar, y no es sólo que no se pueda retirar la tapa trasera, sino que hacer un terminal unibody afecta a toda la construcción del terminal, y esto se puede ver fácilmente si sigues la página de iFixit.

Hace un par de semanas, la gente de esta web abrió el Samsung Galaxy Note 7 y le dio como nota un 4 sobre 10 en cuanto a reparabilidad, es decir, que o bien eres todo un manitas o lo mejor es que lo repare alguien cualificado. Esto es sólo un punto más que el índice de reparabilidad del Galaxy S7.

Al parecer Samsung ha ido complicándose más y más a la hora de fabricar sus terminales, ensamblando algunos componentes de tal forma que hay que tener un título de ingeniería aeroespacial para poder quitar, por ejemplo, el conector USB. Hay muchos fabricantes que hacen terminales unibody bastante más fáciles de reparar que Samsung.

¿Esto qué quiere decir? Que si tienes algún tipo de avería interna, por sencilla que fuera de reparar en condiciones normales, probablemente tengas que dejarte un dinero (en caso de que la garantía no lo cubra por lo que sea) para que los técnicos lo reparen y, además, te quedarás sin tu flamante terminal un par de semanas al menos.

Los defectos de componentes, aún más graves en terminales unibody

Galaxy Note7 Defecto

No hay fabricante al que no se le escape algún componente defectuoso, ni siquiera Samsung, que gracias a que fabrica casi todos (o todos) los componentes de sus teléfonos, tiene un mayor control sobre cada pequeño detalle. Pero los errores ocurren, y puede suceder que algún componente defectuoso se cuele como si fuera un ninja en plena noche.

En la mayoría de casos, si se trata de un componente que está en un lugar difícilmente accesible sea cual sea el tipo de terminal, hay que acudir sí o sí al servicio técnico, pero cuando se trata de algo que normalmente estaba tan accesible como la batería, los móviles unibody pierden bastantes enteros.

En los terminales con la batería extraíble, si ésta "explota" y no ha afectado a los componentes más internos, basta con quitarla y poner una nueva. El fabricante, si reconoce el problema, podría enviarte una batería de regalo y "aquí no ha pasado nada", pero estos problemas se agravan si hablamos de móviles unibody.

Ya te habrás enterado del reciente problema de 'Batterygate' del Note 7, según el cual, sin invitarte a cenar ni nada, le explotaba la batería, dejando al pobre phablet hecho un cristo. De momento Samsung ha reconocido 24 casos, pero estoy casi seguro que hay algún otro caso más que permanece en el anonimato.

El caso de la batería explosiva del Note 7 saca a la luz la dificultad de reparar un terminal unibody, incluso algo tan sencillo como sería sustituir una batería requiere de las expertas manos de un técnico.

Este problema ha provocado que la puesta a la venta en los países en los que aún no estaba se retrase para evitar, en lo posible, más casos de este tipo. Pero, ¿y si este problema, en lugar de en pocos días, sucede a lo largo de varios meses? Imagínate una remesa de, por ejemplo, 100.000 terminales que, pasados 7 u 8 meses, les empieza a explotar la batería. La imágen de la marca se va al traste en menos que canta un gallo.

Los terminales unibody tienen sus ventajas, pero la reparabilidad no es una de ellas, quedando claro que, para extraer algo tan simple como la batería, salvo casos de excepcionales, tienes que acudir a un técnico y gastarte un dinero que incluye el coste de la batería, mano de obra, y vete tú a saber qué más.

Cuando compramos un móvil, creo que rara vez tenemos en cuenta si es fácil o difícil de reparar, básicamente porque no solemos esperar que se nos estropee algún componente (debe ser que tenemos mucha fé en los fabricantes), pero quizás deberíamos tenerlo en cuenta por si suceden problemas tan sonados como el mencionado del Galaxy Note 7 y su "batería-bomba".

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