Compartir una vivienda es algo que puede llegar a ser delicado y ocasionar algunos roces en caso de no establecer unas normas a la hora de decidir qué tareas domésticas hay que hacer ni qué paga cada persona. Es muy útil establecer tareas pero a veces se nos escapa alguna o no valoramos algunas, y para estos casos Fairshare nos puede ayudar mucho.
Al registrarnos tendremos que crear una casa, a la que podremos añadir a más personas que usen la aplicación. Una vez dentro tendremos estableceremos una serie de tareas divididas en las diversas salas comunes de una casa, como son el salón, la cocina, el cuarto de baño o hacer las diversas comidas del día, estableciendo unos puntos en función de la duración de la tarea, de la dificultad y de la prioridad.
Así, cuando una persona haga una tarea, se le darán puntos que evaluarán la aportación a mantener la casa, algo que puede ser útil en caso de querer un reparto justo y completo de las tareas de una casa. Como añadido se puede establecer un registro de gastos comunes que registran las compras, las facturas, el pago del alquiler y el dinero que se da entre las personas de la cosa.
Pero si la cosa se pone lo suficientemente tensa, se pueden mezclar ambas secciones de una forma muy particular: que los puntos de tareas domésticas valgan dinero. Eso haría que una persona que no haga las tareas de la casa lo pagase de su bolsillo, o que si alguien no puede pagar haga más labores domésticas. Algo un poco extremo pero que puede ayudar a repartir mejor las cargas domésticas.
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