Deconstruyendo Android, así queda el despiece en Lollipop

Deconstruyendo Android, así queda el despiece en Lollipop
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Venimos viendo durante los últimos años que Google está llevando a cabo una 'deconstrucción' de su sistema operativo, descolgando servicios fundamentales como la aplicación de cámara o teclado u otros más secundarios como sus aplicaciones en favor su tienda de aplicaciones.

Las consecuencias de este sistema son varias. Si bien con se queda un desarrollo de AOSP más pelado en el que las marcas se puedan basar, le sirve a Google de parapeto para mantener el control de Android bajo forks como el de Amazon, además de mejorar su capacidad de acción ante la dichosa fragmentación en la distribución del sistema operativo.

Google: "mi casa, mis normas"

Play Services

¿Por qué digo esto? Es fácil, en la lista desarrollada por Ars Technica que tenéis arriba vemos qué servicios se mantienen entro del sistema operativo en si mismo, y cuales dependen de Google Play (los Google Play Services se encuentran también aquí). Un mayor número de servicios desde la tienda de aplicaciones de Google significa un sistema en general más actualizado (eso sí, a trocitos) pues no hace falta que los fabricantes adapten la siguiente gran versión para tener las últimas APIs que mantengan seguro nuestro dispositivo, por ejemplo.

Pero esto también hace que quien quiera construir un sistema operativo basándose en Android, no puede ir pasito a pasito, necesitas un gran salto y lo tiene más difícil. Google impone sus condiciones: si quieres los servicios de Google Play en tu teléfono, tienes que incluirlos todos. Y, desde hace unos meses mostrar la marca de Android al encender el dispositivo.

Pero no solo eso, ser miembro de la Open Handset Alliance, es casi requisito para que Google deje a los grandes usar sus Apps como fabricante y no tengamos que recrear todo un agregado de servicios alrededor del sistema operativo y poder hacerlos funcionar (como hace Amazon en su 'Fire OS'). Al formar parte de la OHA, también nos restringiría de entrar en terreno pantanoso, pues por contrato los fabricantes aceptan no basarse en versiones derivadas de Android sin el permiso de Google. Así, necesitaríamos que esta sacudida del sistema operativo 'oficial' sea brusca, y no sólo eso, partiríamos de una base más pelada cada vez que Google extrae un servicio hacia Google Play.

WebView se independiza, el motor web de Android siempre a la última

Pero al margen de las implicaciones que tiene aceptar todos estos servicios y jugar bajo las normas que impone el anfitrión, también hay beneficios como el que mencionaba, más inmediatos y de cara al usuario. Es posible llegar a los miles de dispositivos diferentes basados en el Android de Google, incluso a esos que no se llegan a actualizar jamás.

Así, podemos contar con los últimos servicios y aplicaciones (o casi) aunque nuestra versión de Android esté algo desfasada. Y esto incluye a todo lo mencionado en la segunda y tercera columna de la imagen arriba. Y, bueno, también otras cuantas aplicaciones que pueden no importarnos.

Por tanto tenemos esta nueva guerra particular que lleva a que los usuarios den algo menos de importancia a que sus dispositivos tarden en actualizarse. Aunque los cambios en Android Lollipop sean muy grandes esta vez.

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En Android 5.0 Google centra sus esfuerzos en este aspecto en WebView, el motor de renderizado que mueve los pequeños navegadores que integran algunas aplicaciones. WebView estaba basado en WebKit hasta Android 4.4, donde se pasó a Blink, también de código abierto pero bajo el control completo de Google. Este fork del motor que no solo utilizan ellos.

Ahora WebView forma parte de los servicios que se obtienen a través de Google Play, de forma que se puede actualizar en cualquier momento y no solo cuando el sistema operativo llega a una nueva mayor actualización. Google achaca esta decisión a "motivos de rendimiento y seguridad" para algo así como entre un 70% y 80% de las aplicaciones, que utilizan motores de búsqueda.

De esta forma tendremos ahora (o cuando alcancemos esta nuevo postre de Google en nuestros cacharros) navegadores insertados en nuestras aplicaciones que actualizan su motor a razón de más de una o dos veces por año, lo que son sin duda buenas noticias para los usuarios en términos de seguridad. Más, teniendo en cuenta que ya han habido malas experiencias por esta parte en el pasado.

La tendencia no acaba aquí

Eso es todo lo que se desprende del núcleo del sistema operativo móvil de Google en esta versión. Así lo afirmaba Gabe Cohen, responsable al mando del equipo de producto, a los chicos de Ars:

"No hemos desempaquetado ningún otro componente. Hemos estado sentando las bases para convertir ciertas partes del sistema en potenciales aplicaciones, pero sólo bases. Una parte significativa de la funcionalidad de la pantalla de bloqueo es ahora desagregado, al menos los aspectos de seguridad de la misma."

Por tanto, podemos esperar que otros servicios u aplicaciones acompañen a los que actualmente podemos encontrar en Google Play o en los Google Play Services, pues la intención parece ser continuar adelgazando el sistema operativo para mantener al usuario más actualizado independientemente de los esfuerzos de los fabricantes y operadoras. Y, de paso, si alguien quiere competir con el Android de Google tiene también que buscarse la vida aquí.

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