Estamos ante lo que podría ser el culebrón de este primer semestre en el ecosistema Android. Los supuestos problemas de sobrecalentamiento del nuevo Qualcomm Snapdragon 810, que fueron reportados por Samsung, vuelven a ser noticia pero en esta ocasión se ha unido otro actor principal, LG.
El movimiento por parte de Qualcomm de hacer todo lo posible para sacar una nueva versión exclusiva que satisfaga a Samsung no podría haber sentado demasiado bien en LG, ya que su nuevo LG G Flex 2 montará este procesador. El principal problema es que si Qualcomm decide hacer este movimiento a favor de Samsung, estaría dando importancia al supuesto calentamiento.
Otras fuentes apuntan a que realmente ese sobrecalentamiento apenas existe y que esta disputa está orientada a crear un conflicto entre los procesadores Qualcomm y los que fabrica la propia Samsung. Si Samsung finalmente sacase su buque insignia con su propio procesador y un buen rendimiento sería un golpe para Qualcomm y para el mercado de procesadores en general.
Ahora la pelota está en el tejado de Qualcomm y ellos tienen la última palabra. Pueden optar por satisfacer a uno de sus mejores clientes o seguir adelante con los demás fabricantes que han decidido montar su nuevo Snapdragon 810. Además, es curioso que cuando salieron los primeros benchmarks del Note 4 con este procesador Samsung no reportara ningún tipo de problema.
Vía | Gforgames
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