Samsung Galaxy S20, análisis: el más pequeño de su familia también es un 'matagigantes'

El Samsung Galaxy S20 es uno de los pocos teléfonos compactos de gama alta que quedan en el mercado, algo que agradece la mano.

La familia Galaxy S es el principal caballo de batalla de Samsung en los comienzos de año. Pese a seguir la tradición la compañía surcoreana ha cambiado su declaración de intenciones, lanzando en 2020 tres propuestas para esta familia: Samsung Galaxy S20, S20+ y S20 Ultra. Si bien el Samsung Galaxy S20 Ultra ha acaparado buena parte de las miradas sus hermanos menores no dejan por ello de ser interesantes.

Tras varios días de uso con el Samsung Galaxy S20 procede contar qué nos hemos encontrado con el dispositivo tras pasarlo por nuestra mesa de análisis. Se trata de una de las pocas propuestas compactas de la gama alta, con claro objetivo de intentar ganar en su segmento. Vamos a dar un repaso tanto por sus especificaciones y características así como a detallar la experiencia que hemos tenido con el buque insignia "pequeño" de Samsung.

Ficha técnica del Samsung Galaxy S20

Samsung Galaxy S20 Ultra

Pantalla

Dynamic AMOLED 6,2"
QHD+, 563 ppp
HDR10+, 120 Hz

Procesador

Exynos 990
7nm, 64 bits
Octa-core (2,73 + 2,6 + 2 GHz)

Memoria RAM

12 GB LPDDR5

Almacenamiento

128 GB + MicroSD 1 TB

Batería

4.000 mAh

Resistencia

Protección IP68

Biometría

Sensor de huellas bajo pantalla
Reconocimiento facial

Software

Android 10 + OneUI

Cámaras traseras

    • Sensor principal: 12 MP, f/1.8, 1,8µm, 1/1.76", Dual Pixel, PDAF, estabilizador óptico (OIS)
    • 'Telefoto': 64 MP, f/2.0, 1.72", 0,8µm, PDAF, estabilizador óptico, zoom híbrido x3, digital x30, estabilizador óptico (OIS)
    • Ultra gran angular: 12 MP, f/2.2, 1.4µm

Cámara frontal

10 MP, 1,22µm, f/2.2

Dimensiones y peso

151,7 x 69,1 x 7,9 mm
163 g

Conectividad

5G, SA/NSA, sub-6
LTE Cat20 hasta 2 Gbps
WiFi ac 4x4 MIMO
NFC

Precio

Samsung Galaxy S20 5G 128 / 12GB: Desde 1.009 euros

Samsung Galaxy S20 5G - Smartphone 6.2" Dynamic AMOLED (12GB RAM, 128GB ROM , cuádruple cámara trasera 64MP, Octa-core Exynos 990, 4000mAh batería, carga ultra rápida) Cosmic Gray

Diseño: la compactación como factor clave

El Samsung Galaxy S20 tiene varios puntos diferenciales en su diseño, así que empecemos desgranando su parte trasera. Lo primero que nos llama la atención es el módulo trasero, plataforma que alberga la triple cámara del dispositivo. Si bien no es tan masivo como en el caso del modelo Ultra, ocupa buena parte del primer tercio superior del dispositivo, amén de sobresalir del cuerpo del terminal de forma notable. Si usamos el móvil sin funda es sencillo que "baile" sobre cualquier superficie ya que el módulo es el primer punto de apoyo del teléfono. Este tamaño también implica acumulación de polvo de forma bastante sencilla, nada dramático, pero punto a tener en cuenta.

El principal problema del Samsung Galaxy S20 a nivel de diseño es lo resbaladizo que resulta. Aparte las huellas, también atrae bastante la poca grasa que puedan contener los dedos

El cristal trasero no es mate, lo que se traduce en que las huellas quedan marcadas con bastante facilidad, algo habitual en este tipo de acabado, aunque algo exagerado en el caso de este Samsung Galaxy S20. Lo que no es tan habitual es lo resbaladizo que resulta el dispositivo. Salvo que lo agarremos de forma bastante firme el terminal "intentará" escapar de nuestras manos, algo que lo hace más propenso a caídas. En este caso, al contrario que en el modelo Ultra, no se incluye funda así que recomendamos utilizar el dispositivo con una para mejorar el agarre y acabar con el problema de las huellas.

Pese a ser un dispositivo resbaladizo el Samsung Galaxy S20 se disfruta y mucho en mano. Se trata de una de las apuestas más compactas del mercado, creciendo apenas 1,2mm respecto al Samsung Galaxy S10. También ayuda aquí su peso de tan solo 163 gramos, todo un descanso para la mano en una gama alta que está empezando a establecer los más de 200 gramos como un estándar.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Peso (gramos) Pantalla (pulgadas) Batería Superficie (cm2) Volumen (cc)
Samsung Galaxy S10 149,9 70,4 7,8 157 6,1 3.400 105,52 82,31
Samsung Galaxy S20 151,1 69,1 7,9 163 6,2 4.000 104,41 82,48
Samsung Galaxy S10+ 157,6 74,1 7,8 175 6,4 4.100 116,78 91,089
Samsung Galaxy S20+ 161,9 73,7 7,8 186 6,9 4.000 104,41 82,48
Samsung Galaxy S10 5G 163,3 77,1 7,9 198 6,7 4.500 125,06 98,79
Samsung Galaxy S20 Ultra 166,9 76 8,8 220 6,9 5.000 126,84 111,62
No es un terminal especialmente delgado, pero el grosor está acorde a lo que solemos encontrar en gama alta.

Como podemos apreciar, las diferencias a nivel de tamaño y peso frente al resto de miembros de la familia Galaxy son notables, siendo este el menos ancho de todos y logrando un buen equilibrio a nivel de superficie y volumen, más aún teniendo en cuenta que alberga una batería de 4.000mAh. Una vez visto cómo queda frente a su propia familia haremos la comparativa con terminales de diagonal de pantalla similar.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Peso (gramos) Pantalla (pulgadas) Batería Superficie (cm2) Volumen (cc)
Samsung Galaxy S20 151,1 69,1 7,9 163 6,2 4.000 104,41 82,48
Huawei P40 148,9 71,1 8,5 175 6,7 3.800 105,86 89,98
Google Pixel 4 147,05 68,8 8,2 162 5,7 2.800 101,17 82,95
Sony Xperia 5 158 68 8,2 164 6,1 3.140 107,44 88,10
LG G8S THINQ 155,3 76,6 8,1 180 6,21 3.550 118,96 96,24
iPhone 11 Pro 144 71,4 8,1 188 5,8 3.179 102,81 83,28

En comparación a otros terminales de similar diagonal de pantalla el Samsung Galaxy S20 consigue situarse en el podio de los móviles compactos. Con una batería de 4.000mAh y un panel de 6.2 pulgadas tiene menor volumen que un Huawei P40, modelo con menos pantalla, altura y batería. La traducción de esto es que, pese a ser un terminal de más de 6.2 pulgadas, es compacto, cómodo y fácil de usar con una mano, con el único hándicap de ser resbaladizo como comentamos anteriormente.

Habiendo tratado las dimensiones resulta interesante abordar las líneas de diseño de este Samsung Galaxy S20 ya que ha habido cambios respecto a la generación anterior. Samsung ha decidido no hacer tan curvos los laterales del panel (del que hablaremos más adelante) algo que, en opinión de servidor, es un acierto. El terminal no pierde su alma "Edge", tan poco útil a nivel práctico pero tan llamativa a nivel visual para muchos usuarios. Sigue siendo un terminal que destaca por ser curvo y sigue funcionando bien a nivel visual, sin ser tan exagerado como en generaciones anteriores.

La calidad de construcción del Samsung Galaxy S20 es excelente. Marcos metálicos, cristal y una línea de diseño en la que las curvas son protagonistas por delante y por detrás

El terminal no es simétrico visto desde el frontal ya que, aunque el ejercicio de reducción de marcos es excelente, sigue habiendo una pequeña barbilla inferior más ancha que los marcos laterales y frontales. El único inconveniente de la parte frontal es que la unión entre el propio borde del dispositivo y la pantalla deja un ínfimo hueco por el que puede entrar la suciedad.

El marco que rodea al terminal es metálico y alberga en su lado derecho los botones de volumen y encendido, quedando la ranura para la tarjeta SIM en la parte superior del terminal. La base del terminal alberga el altavoz principal y el USB Tipo C que no queda alineado en este caso en el centro, como en el caso del Ultra, sino ligeramente desplazado hacia la parte inferior.

El altavoz superior es difícil de percibir. Está ubicado entre el marco y la pantalla, muy discreto.

Llama la atención la ubicación del altavoz frontal, ubicado entre el marco superior y la pantalla. Es tan discreto que cuesta verlo a simple vista. Del mismo modo, contamos con un pequeño agujero en pantalla para evitar el notch, algo que permite al Samsung Galaxy S20, según los datos de GSMarena, alcanzar un aprovechamiento frontal del 89,5%. El agujero, en nuestra opinión, es bastante estético y nos olvidamos del mismo tras unos minutos de uso. Más adelante hablaremos de cómo afecta a los contenidos, pero ya te adelantamos que no supondrá ningún problema.

En resumidas cuentas, el Samsung Galaxy S20 es un terminal bonito, bien construido y muy cómodo a la mano. Su principal inconveniente es lo resbaladizo resulta en la mano, algo fácilmente solucionable con una funda.

Pantalla: señor, ¿ha oído usted hablar de los 120 Hz?

6.1 pulgadas, gran aprovechamiento frontal y 120 Hz. Bien, esto pinta muy bien.

Una vez tocan a tu puerta para hablarte de las bondades de los 120 Hz y tienes la oportunidad de probarlos, volver hacia atrás se hace muy complicado. Samsung vuelve a apostar por un panel con resolución WQHD+ con tecnología Super AMOLED, soporte para HDR 10 y 6.2 pulgadas en el caso de este S20. No obstante, el principal punto fuerte son los 120 hercios, una de las tasas de refresco más altas del mercado.

Apostar por los 120 Hz implica renunciar a la resolución QHD+. Las resoluciones por debajo del 2K sí soportan esta tasa de refresco elevada

Utilizar los 120 hercios, no obstante, tiene un pequeño tributo asociado: la resolución. El terminal por defecto viene configurado en Full HD+ y 60 Hz pudiendo configurar que baje hasta el HD+ o que suba hasta el Quad HD+. Si subimos al 2K perdemos la posibilidad de los 120 hercios.

El salto a esta tasa de refresco es más que notable. Se nota bastante a nivel de scroll y permite que las transiciones y animaciones del sistema se muevan de forma más fluida (al doble de FPS, ni más ni menos). En nuestra opinión puede merecer la pena sacrificar resolución en pos de la tasa de refresco ya que la experiencia de usuario cambia por completo.

El problema con las curvas del Galaxy S20 es la diferencia que hay entre el contenido en plano y el restante en la curva. Es fácil ver reflejos y sombras.

Más allá de la tasa de refresco en términos generales estamos ante una pantalla sobresaliente con buenos niveles de brillo, contraste más que suficiente, muy nítida (sobre todo en QHD+) y con una altísima densidad de píxeles. Juega a su favor respecto al año pasado la escasa curvatura por la que se ha optado en esta generación. Sigue habiendo un pequeño sombreado en dicha zona, apreciable a simple vista, pero que no enturbia la experiencia de usuario. Los ángulos de visión son correctos, con ligeras variaciones de color bastante usuales en los paneles AMOLED.

Al sacar el dispositivo de la caja los colores son quizás demasiado estridentes. Esto puede arreglarse de forma sencilla cambiando el modo de color desde los ajustes cambiando al modo natural. En este modo los colores siguen estando saturados, aunque no chocan tanto a la vista como en el modo intenso. Llama la atención que si queremos cambiar el balance de blancos y ajustar la paleta RGB de forma manual debemos estar bajo el modo intenso, quedando excluido el modo natural de estos ajustes de personalización.

Contamos también, pese a la ligereza de las curvas, con la clásica 'Pantalla Edge de Samsung', un pequeño controlador de accesos rápidos que podemos invocar con un deslizamiento a la derecha en el panel. Por defecto viene activada, ocupando su superficie de activación una pequeña porción del lateral derecho del panel. Si no queremos esta función, podemos desactivarla o ajustarla al gusto. Curiosa también la posibilidad de configurar la 'Iluminación Edge', un sistema para visualizar las notificaciones mediante una serie de efectos en los bordes del mismo.

Mencionar uno de los apartados en los que Samsung lleva reinando durante hace años: el Always On Display. Este modo permite ver notificaciones cuando la pantalla del móvil está en reposo, pudiendo configurar tanto la forma en la que estas se muestran como el diseño de esta pantalla.

Respecto al pequeño agujero en pantalla, por suerte, no interfiere demasiado en la experiencia de usuario. Su tamaño es lo suficientemente pequeño como para olvidarnos de él de forma sencilla y no encontramos ningún tipo de barra negra en los principales juegos.

Rendimiento: no es el más potente de su segmento, pero puede con todo

Para la versión europea del Samsung Galaxy S20 la compañía ha apostado por el Exynos 990, la plataforma propia de la compañía para la gama alta. A este procesador le acompañan 128 GB de memoria interna con tecnología UFS 3.0 y la friolera de 12 GB de RAM con tecnología LPDDR5, la más eficiente a nivel energético. Sobre la necesidad o no de tal cantidad de RAM cabe un rico debate. Sin entrar en él, el spoiler es que bienvenida sea esta cantidad y que permite anticipar cómo será el rendimiento de este Galaxy S20.

El Samsung Galaxy S20 se mueve sin rastro de lag o ralentizaciones. Queda por debajo de algunos rivales a nivel de potencia bruta, pero la experiencia es satisfactoria

A este terminal no se le resiste nada. Veremos más adelante que el Exynos 990 no es la plataforma más potente del mercado, pero puede con absolutamente todo. Tareas cotidianas, juego durante varias horas, edición de vídeo, fotografía, etc. A pesar de que One UI es una capa demandante de recursos el Galaxy S20 se mueve sin rastro de lag o ralentizaciones de ningún tipo.

Durante uso prolongado en juegos notamos un ligero sobrecalentamiento en la parte superior del dispositivo, aunque nada fuera de lo esperable en un gama alta moviendo juegos pesados.

Vamos a hablar de cifras. El Exynos 990 queda actualmente enfrentado con el Qualcomm Snapdragon 865, el Huawei Kirin 990 y el Apple A13 Bionic. Vemos que queda por debajo Qualcomm y Apple a nivel de benchmarks algo que, si bien no se percibe demasiado a nivel de rendimiento, pone sobre la mesa que la plataforma Exynos sigue estando un pequeño escalón por debajo de algunos de sus rivales directos.

SAMSUNG GALAXY S20

HUAWEI P40 PRO

IPHONE 11 PRO

OPPO FIND X2 PRO

ONEPLUS 8 PRO

LG V50 THINQ

PROCESADOR

Exynos 990

Kirin 990

A13 Bionic

Snapdragon 865

Snapdragon 855+

Snapdragon 855

RAM

12 GB

8 GB

4 GB

12 GB

8 GB

8 GB

ANTUTU

495.378

465.493

521.010

570.253

-

361.365

GEEKBENCH

453 / 2.610

-

1328 / 3415

916 / 2.781

781 / 2.863

-

PCMARK (WORK)

11.851

9.476

-

10.162

-

9.364

A nivel numérico el Exynos 990 queda por debajo tanto del Snapdragon 865 como el A13 Bionic de Apple. Una buena prueba para medir el rendimiento sostenido en este terminal es probar entregas tan pesadas como Fortnite para Android (juego de unos 10 GB) en configuración máxima de gráficos y tasa de 60 FPS. Hemos notado que le cuesta pasar de 45/50 FPS de forma sostenida, algo que no supone ningún problema a la hora de jugar, pero que muestra el pequeño escalón por debajo en el que se encuentra el procesador.

No obstante, como indicamos unas líneas más arriba, el rendimiento no es problema en este Galaxy S20, capaz de mover todo lo que le pidamos sin retrasos ni lag. Una apuesta por Qualcomm a nivel europeo hubiese sido de agradecer pero el Exynos cumple su cometido.

Software: todo se puede personalizar

Samsung sigue con su filosofía a nivel de software: la personalización es lo que más importa. Nos encontramos así ante One UI basado en Android 10, la última versión de Android. Desde hace un tiempo Samsung permite, al inicio, escoger las aplicaciones que vamos a instalar o no antes de configurar el dispositivo, algo que nos permite evitar las múltiples aplicaciones tanto suyas como de terceros que solían venir instaladas tiempo atrás.

Aunque el bloatware no sea excesivo, buena parte de las apps preinstaladas y servicios del sistema mandan notificaciones de forma constante. Se pueden desactivar, pero es algo molesto

Pese a poder no instalar buena parte de estas aplicaciones, seguimos teniendo un buen número de aplicaciones de terceros instaladas por defecto, algunas de ellas mandándonos notificaciones y mensajes que bien pudieran no interesarnos. Si queremos dejar el móvil a nuestro gusto, debemos desinstalar e inhabilitar algunos de los servicios en los que insiste Samsung.

La pantalla de inicio es bastante personalizable, permitiéndonos tanto ajustar la cuadrícula del escritorio como la del cajón de aplicaciones. Del mismo modo, podemos activar algunos gestos como el deslizamiento hacia abajo para invocar la barra de notificaciones, ocultar apps, bloquear los diseños que hemos creado (para que no se muevan los iconos), etc. El launcher incluye asimismo Bixby Home, una pantalla que nos mostrará noticias, recomendaciones y demás información. Durante nuestros días de uso hemos notado que las recomendaciones no son del todo acertadas en base a nuestro uso, ofreciendo en muchas ocasiones contenidos poco relevantes. Es un apartado que recarga bastante el launcher, por lo que nos hemos encontrado más cómodos desactivándolo.

A nivel de ajustes, todo queda distribuido en distintas secciones, de forma relativamente similar a lo que encontramos en Android Stock, aunque con submenús bastante más cargados. En el caso de no encontrar alguna opción, contamos con la posibilidad de utilizar la barra de búsqueda, bastante precisa y cómoda. Apuntar aquí que One UI está pensado para poder utilizar el móvil cómodamente con una mano, por lo que los elementos

Destaca también del software la posibilidad de activar el tema oscuro, tanto de forma automática como de forma manual. En concreto, podemos ajustar que se establezca en un horario personalizado o dejar que el teléfono cambie entre modo claro y oscuro según la hora del día. El modo oscuro alterna el gris con el negro "puro", algo que nos servirá (al menos sobre el papel) para ahorrar algunos minutos de pantalla.

Uno de los puntos donde más hincapié hace Samsung a nivel de software es en el apartado 'Mantenimiento del dispositivo'. Se trata de una navaja suiza que aglutina tanto opciones a nivel de batería como aquellas relacionadas con almacenamiento, memoria RAM y seguridad. De esta última recalcar que contamos con tecnología de McAfee para proteger el dispositivo ante posibles amenazas y, respecto a las opciones de batería, apuntar que tenemos varios modos para priorizar autonomía o rendimiento.

Game Launcher es otro de los puntos que más sentido cobra en un terminal de tanta potencia. Aparte de permitirnos funciones avanzadas dentro de un juego como bloquear las notificaciones, abrir aplicaciones en pantalla dividida y demás, es un buen historial del tiempo que hemos dedicado a los juegos. Se guarda un historial con las partidas, promedio diario de juego, se ofrecen recomendaciones de vídeos relacionados con las entregas que hemos jugado, etc.

No podía faltar en un móvil de esta índole un control de navegación por gestos. Samsung ha tenido a bien incluir en la última versión del sistema el sistema nativo de gestos de Android 10, por lo que nos encontramos ante un viejo conocido.

  • Deslizar hacia arriba: volver al inicio
  • Deslizar y mantener arriba: abrir aplicaciones recientes
  • Deslizar hacia la derecha: volver atrás

Si no terminamos de acostumbrarnos a estos gestos, siempre podemos volver al sistema de deslizamientos de anteriores versiones de One UI, con tres deslizares independientes para cada función. En nuestro caso hemos estado cómodos con los gestos nativos de Android 10, funcionan de forma fluida, la sensibilidad es más que correcta (y ajustable) y no hemos tenido problemas a nivel de toques fantasma, gestos que no responden como deben y demás.

Apuntar por último al trabajo de Bixby en este S20, que sigue siendo más bien testimonial. Es un asistente algo parco en comparación a Google Assistant, aunque puede ser de utilidad para comandos básicos, así como para ofrecernos recomendaciones o buscar información de una fotografía que acabamos de tomar.

Biometría: reconocimiento facial y lector bajo pantalla

El Samsung Galaxy S20 hace bien sus deberes a nivel de biometría, sin obtener la matrícula de honor, pero rozando el sobresaliente. En primer lugar tenemos un lector de huellas bajo la pantalla que utiliza tecnología ultrasónica. La velocidad es bastante alta y la tasa de error mínima, proporcionando una experiencia de usuario bastante buena. La única pega es que la superficie de dicho lector es algo pequeña, por lo que tenemos que ajustar el dedo perfectamente para que lo reconozca. No obstante ayuda que el S20 sea bastante pequeño, por lo que el dedo suele ir de forma natural justo a donde debe ubicarse.

El reconocimiento facial del Samsung funciona de forma correcta, aunque queda por debajo de propuestas con sensores infrarrojos o 3D. Por la noche tenemos algunos problemas con el desbloqueo

Aparte del lector de huellas encontramos un reconocimiento facial a través de la cámara del dispositivo. No es la solución ganadora a nivel de seguridad, pero hace sus deberes a nivel de velocidad y precisión. El terminal se desbloquea bastante rápido y nos ofrece la posibilidad de desbloqueo inmediato tras el reconocimiento o, por el contrario, mantener la pantalla de bloqueo activa por si queremos ver las notificaciones y que el desbloqueo se produzca tras hacer un deslizamiento hacia arriba.

También podemos configurar aquí que sea necesario el tener los ojos abiertos para desbloquear el dispositivo, así como opciones para aumentar el brillo de la pantalla cuando sea de noche, para paliar la falta de un sensor infrarrojo que ayude a reconocer nuestra cara en condiciones de baja luminosidad. La experiencia general con ambos sistemas es buena, llevando los dos activos para que se complementen entre sí.

Sonido: un audio que (literalmente) te hará vibrar

El sonido es uno de los puntos claves para Samsung, marca detrás de AKG. El Samsung Galaxy S20 suena de forma contundente, con unos picos máximos de volumen bastante altos y con una calidad digna de un terminal de gama alta. Encontramos algo de distorsión con el volumen al máximo, pero la experiencia es bastante satisfactoria.

Al estar tan cerca de la pantalla y ser tan potente, es fácil notar una vibración de prácticamente todo el terminal si ponemos el volumen al máximo en algún juego sin limitación de decibelios

Como curiosidad, comentar que al estar tan cerca el altavoz de la pantalla, si el juego que abrimos tiene un volumen especialmente alto puede que notemos una vibración por casi todo el terminal, al transmitirse esta vibración por el cuerpo del dispositivo. No encontramos jack de auriculares, pero Samsung incluye unos auriculares AKG que se conectan vía USB Tipo C al teléfono, un punto a tener en cuenta.

En nuestras pruebas el Samsung Galaxy S20 ha logrado caminar sobre los 90 decibelios en sus picos máximos de volumen. El audio es configurable a través del ecualizador propio del sistema, Dolby Atmos ye l modo 'Adapt Sound' de Samsung, que ofrece varios perfiles predeterminados de sonido.

Autonomía: cuando 4.000mAh no son suficientes

Y todo iba bien hasta que... El Samsung Galaxy S20 cuenta con una batería de 4.000mAh y carga rápida de 25W. La cifra no es espectacular, pero tampoco parece insuficiente sobre el papel para un terminal de 6.2 pulgadas. No obstante, la gestión energética del procesador Exynos y los 120Hz pueden jugar una mala pasada.

Con los dos primeros ciclos quisimos aprovechar el terminal al máximo, es decir, darle al gama alta el uso que se merece. Esto implica hacer uso con WiFi de apps cotidianas, jugar a entregas como PUBG Mobile, hacer algunas llamadas, utilizar redes 4G, realizar fotografías y demás. La configuración máxima de 120 Hz, como te comentamos anteriormente, implica utilizar resolución Full HD+. En este primer escenario llegamos a duras penas al final del día, con apenas 4 horas de pantalla. Apuntar que el contador de Samsung se reinicia a las 00:00 de la noche, sumando el tiempo de pantalla al día corriente desde dicha noche, por lo que medimos los siguientes ciclos con GSAM Battery Monitor, que monitoriza desde que quitamos el móvil del cargador.

En el segundo ciclo, también con 120Hz, fuimos algo más benevolentes. Aparcamos por completo PUBG Mobile y nos restringimos al uso de redes WiFi (más adelante comentaremos por qué cobra esto tanta relevancia). En este escenario volvimos a llegar a duras penas al final del día, con algunos minutos más de pantalla, pero sin pasar de las 5 horas. Importante apuntar que estas horas de pantalla se hicieron en ciclos de menos de 14 horas. Si queremos alargar la jornada hacia el día "y algo", el tiempo será aún menor, de algo más de tres horas de pantalla.

Los 120 Hz son una gozada a nivel de experiencia de uso, pero nos restan bastante tiempo de pantalla. Si queremos asegurarnos llegar al día completo de uso deberemos sacrificarlos y apostar por los 60 Hz

Visto el excesivo consumo de los 120 Hz, hemos realizado otros dos ciclos en 60 Hz, tanto en resolución Full HD+ como en resolución 2K. El primer ciclo en Full HD+ y 60 Hz fue relativamente satisfactorio, con cerca de 6 horas de pantalla en un día completo de uso. El segundo ciclo con resolución 2K también nos permitió sobrepasar las 5 horas de pantalla. Como podemos apreciar, bajar a 60 Hz tiene un impacto de cerca de una hora de pantalla extra de uso, independientemente de que usemos o no el 2K.

Por último hemos probado el consumo independiente del modo Always On Display. En lo personal es una de las primeras cosas que desactivo pero, al ser algo tan popular y que viene activo por defecto, es relevante conocer cuánto consume. Para medir este consumo hemos medido cuánto consume el móvil en reposo con y sin esta tecnología, aquí los hercios no son relevantes ya que el panel no está en movimiento. Sin este modo, el teléfono gasta entre un 2 y un 3% en 8h con el modo avión activo. Si activamos AOD, el consumo se dispara hasta el 10 o el 12% en este periodo de tiempo.

Always On Display sigue siendo otro foco importante de pérdida de autonomía. La función es útil, pero se cobra a cambio los consumos en reposo de forma notable

Resulta especialmente llamativo el drenaje de batería cuando empezamos a exigirle al terminal. Por ejemplo, una partida de PUBG Mobile con el brillo al 50% puede llegar a gastar un 15% de batería, cifra bastante alta a pesar de ser un juego de alta exigencia gráfica. Lo mismo sucede con la cámara, basta con abrir la cámara y hacer fotos durante algo menos de cinco minutos para ver cómo la batería ha bajado un 2 o un 3%. Consumiendo multimedia y con apps básicas el consumo se sostiene, pero en cuanto exigimos un mínimo la batería cae en picado.

Para intentar suplir los consumos Samsung incluye un cargador de 25W en la caja. No es la carga más rápida del mercado, pero permite cargar el dispositivo en algo menos de 1:30h. No hemos notado tampoco ningún tipo de calentamiento al cargar el dispositivo, así que contentos en este aspecto. No podían faltar como extra la carga reversible y la carga inalámbrica. Del mismo modo, Samsung permite escoger entre varios tipos de carga más o menos rápida, algo que nos ha gustado bastante.

Cámaras: menos números no implican peores fotografías

El Samsung Galaxy S20 pierde tanto a nivel de resolución como a nivel de cámaras respecto a su hermano mayor con sensor de 108 megapíxeles, pero no por ello parece quedar demasiado lejos a nivel de resultados. Antes de nada vamos a desgranar sus cámaras, ya que hay alguna que otra peculiaridad para contar.

  • Cámara principal de 12 megapíxeles con estabilizador óptico y apertura f/1.8
  • Cámara secundaria de 64 megapíxeles con estabilizador óptico, apertura f/2.0 y zoom híbrido óptico de tres aumentos
  • Cámara ultra gran angular de 12 megapíxeles con apertura f/.2.2

Sobre el papel, el Samsung Galaxy S20 parece montar un sensor angular, un teleobjetivo y un sensor ultra gran angular y, aunque estos sean los datos de la hoja técnica, hay un pequeño truco. El sensor principal de 12 megapíxeles tiene un ángulo de visión de 79º, mientras que el sensor secundario de 64 MP tiene un ángulo de visión de 76º. Como podemos ver, el sensor principal es mínimamente más angular que el teleobjetivo. Más contexto: el teleobjetivo del S20 Ultra tiene un ángulo de visión de 26º (frente a 76º en S20, mucho más angular). Entonces, ¿por qué comenta Samsung que este es el teleobjetivo?

Samsung se vale de los 64 megapíxeles para hacer recortes sobre la imagen obtenida por este sensor, por ello habla de zoom híbrido-óptico en lugar de zoom óptico. En los resultados hablaremos de si la jugada les ha salido bien o no, pero es necesario aclarar que el teleobjetivo realiza la mayor parte de su trabajo por software. Sin llegar a ser tan avanzado como el del S20 Ultra, es capaz de llegar hasta los 30 aumentos de forma digital.

En cuanto al sensor principal no encontramos rastro de Pixel Binning al ser de "tan poca" resolución, mismo caso con el gran angular. Vistos los sensores, vamos a repasar la aplicación de cámara para entender qué podemos llegar a hacer con ella para sacarle el máximo partido a las cámaras de este Samsung Galaxy S20.

App de cámara

La aplicación de cámara de Samsung sigue la lógica de One UI: opciones por doquier. La parte buena es que podremos hacer prácticamente lo que se nos antoje con ella, incluido el poder personalizar algunas de las secciones que la componen. La parte negativa es que está tan cargada de ajustes y opciones que a veces no es fácil encontrar lo que queremos o que, para realizar una acción básica, debemos dar algún tedioso paso extra.

Al abrir la cámara del Galaxy S20 tenemos, empezando por la parte inferior, el disparador junto al icono para cambiar de cámara, acompañado por cuatro opciones en su parte superior: foto, captura única, vídeo y más. El apartado de foto nos permite tomar fotografías con el sensor principal, con el gran angular y con "el teleobjetivo", que nos muestra los aumentos desde el 3X hasta el 20X. La transición entre las tres cámaras, al no estar alineadas de forma simétrica, es algo tosca, aunque la experiencia no llega a ser mala.

No encontramos un botón para activar o desactivar el HDR, pero la interfaz nos avisará cuando este modo esté activo mediante un pequeño icono de HDR ubicado en la parte derecha de la interfaz. En la parte superior vemos los ajustes relacionados con temporizador, filtros, formato de la fotografías y demás.

La interfaz de la cámara es personalizable, aunque modos básicos como el modo noche o el 'enfoque selectivo' deberían ser más accesibles, sin tener que buscarlos a través de 'más'.

En el apartado "más" tenemos muchos (quizás demasiados) ajustes, desde los modos de disparo automático hasta opciones tan cotidianas como enfoque dinámico, el modo retrato de Samsung. Aquí nos hubiese gustado que Samsung incorporase funciones como dicho modo retrato o el propio modo noche en lugares más accesibles de la interfaz, en lugar de guardarlos en esta pestaña comodín que, si bien está cargada a nivel de funciones, no es lo más cómodo a la hora de disparar de forma rápida con el modo que queremos.

  • Pro
  • Panorámica
  • Comida
  • Noche
  • Enfoque dinámico
  • Vídeo dinámico
  • Vídeo profesional
  • Superlenta
  • Cámara lenta
  • Cámara rápida

Si nos vamos al propio apartado de ajustes, encontramos opciones interesantes como las sugerencias de composición, el selfie panorámico inteligente (ajusta el angular según las personas que hay en la fotografía), las opciones de formato, el enfoque de caras con seguimiento o activar o desactivar el HDR automático.

Otra de las opciones activadas por defecto es la corrección de distorsión del gran angular, algo de agradecer si no queremos tener fotografías demasiado artificiales cuando recurrimos al tercer sensor.

En términos generales, tenemos una aplicación de cámara más que completa, a la que hay que dedicarle cierto tiempo si queremos tener la toma tal y como queremos.

Sensor principal

Samsung conserva viejos vicios y mejora ligeramente en algunos puntos respecto a la generación pasada. Seguimos encontrando un trabajo mejorable a nivel de color, en ocasiones demasiado saturado y no todo lo fiel a la realidad que pudiera ser. El nivel de detalle es excelente y el trabajo del HDR es más que correcto. No encontramos tanta sobreexposición como en generaciones anteriores y el equilibrio general de la fotografía es bueno. Recordar que en el caso del S20 no hay Pixel Binning, sino un sensor de 12 megapíxeles de buen tamaño encargado de hacer todo este trabajo.

Si intentamos forzar aún más el HDR para que levante sombras, observamos de nuevo un excelente trabajo. El detalle se mantiene por la fotografía aunque el trabajo con las texturas es mejorable. Algunas de ellas siguen estando algo aplastadas. Otro punto a comentar es que los cielos quedan poco naturales ya que el trabajo con el azul no es correcto a nivel de colorimetría. No es un punto tanto de saturación sino de que el color vira más hacia al cian que hacia el propio azul del cielo. Pese a esto, el trabajo a nivel de contraste, rango dinámico y balance de blancos es más que correcto.

El trabajo en interiores es correcto, sobre todo de nuevo a nivel de balance de blancos. El detalle se preserva ligeramente por debajo de las fotografías en exterior pero a un buen nivel. Destacar que el sensor es bastante luminoso por el tamaño que tiene, por lo que le es sencillo obtener luz aunque la situación sea relativamente compleja.

Con el sensor principal el trabajo de enfoque es correcto. Logramos acercarnos bastante a objetos, logrando mantener el detalle. Destacar también el bokeh natural del propio sensor, bastante limpio en la mayoría de las ocasiones.

El trabajo con el HDR, si bien hemos comentado que es excelente, es algo aleatorio si queremos controlarlo por nosotros mismos. Samsung nos ha comentado que, si lo tenemos activo, actuará cuando el sistema lo vea necesario y que, en caso de que no lo activemos, no actuará nunca. Pese a esto, el HDR sigue actuando aunque lo desactivemos. En ocasiones no de forma tan profunda como en el modo auto, pero no hemos sido capaces de buscar un quemado mediante la desactivación del HDR. No obstante, visto el buen detalle general del dispositivo, recomendamos dejar la configuración automática, con HDR activo.

Arriba fotografía en modo noche. Abajo fotografía en automático.

Cuando cae la luz cae el detalle, aunque el modo noche hace un genial trabajo. Apuntar aquí que si desactivamos el optimizador de escenas de Bixby el modo noche no se sugiere de forma automática, por lo que hay que activarlo de forma manual.

El punto negativo en la fotografía nocturna es lo lento que se vuelve el disparo. Sin modo noche y para una fotografía disparada con una velocidad de obturación cercana al segundo según los datos .exif, desde que pulsamos el disparador hasta que obtenemos la foto pueden llegar a pasar 3 o 4 segundos. Es un tiempo excesivo para un disparo sin modo noche, máxime si tenemos en cuenta que el sensor cuenta con un estabilizador óptico.

Sensor secundario

El sensor secundario del Samsung Galaxy S20 es todo un mundo. Los sensores teleobjetivo suelen estar dedicados de forma exclusiva al zoom o, en algunos casos, a aportar información extra a la hora de realizar modo retrato. En el caso de este Samsung sirve tanto para hacer el modo retrato (enfoque selectivo) como para hacer zoom y, por último, para obtener fotografías de alta resolución.

Recordarás que comentamos más arriba que realmente no es un teleobjetivo y que tiene prácticamente el mismo angular que el sensor principal. Esto permite al Galaxy S20 realizar fotografías de 64 megapíxeles con el "tele".

Si hablamos del modo retrato, observamos un buen trabajo a nivel de recorte (sobre todo con el pelo). No obstante, el color queda demasiado saturado y los tonos de piel tienden demasiado hacia el naranja. El bokeh aquí es algo artificial, aunque se puede regular tanto en cantidad como en forma mediante la propia galería del teléfono.

Este sensor de 64 megapíxeles es menos luminoso que el sensor principal, por lo que en ocasiones las fotografías quedan algo bajas a nivel de exposición. Aquí no terminamos de entender el movimiento de Samsung ya que si ambos sensores (el principal de 12 megapíxeles y el segundo de 64) tienen casi el mismo angular, ¿por qué escoger el menos luminoso para los retratos en 1X? Otro punto a tener en cuenta es que a este sensor le cuesta enfocar mucho más que al principal. Es la mejor forma de darnos cuenta de cuándo el móvil usa un sensor u otro. Si enfoca rápido, estamos usando el de 12, si le cuesta enfocar, estamos usando el de 64.

Foto de 64 MP a la derecha. Tenemos más detalle, pero peor equilibrio a nivel de color y exposición.

Si disparamos con el modo de 64 megapíxeles tenemos algo más de detalle. No obstante, el trabajo a nivel de color y exposición de este sensor queda por debajo del sensor principal de 12 megapíxeles.

En los últimos tramos del zoom cuesta bastante ver detalle.

Respecto al zoom, podemos ir desde los tres aumentos hasta los 30. El trabajo hasta los 10 aumentos es correcto, aunque a partir de aquí el detalle va desapareciendo hasta obtener en los 30 aumentos una imagen bastante pixelada. Cambiar entre los modos de zoom es bastante sencillo, ya que se van indicando los distintos pasos (3X, 4X, 10X, 20X) en la interfaz.

El trabajo del gran angular (0.5X) es bastante correcto, con un nivel de detalle más que aceptable y una interpretación del color no tan excesiva como el sensor principal. Se nota la falta de luminosidad de este sensor, aunque en condiciones de buena luminosidad podemos obtener buenas tomas.

Cámara frontal

Sobre la cámara frontal gratas sorpresas, sobre todo a nivel de detalle. Si desactivamos el modo belleza las texturas de la piel quedan bien preservadas y el trabajo del HDR es excelente. Destacar también que podemos forzar un modo más angular dentro de esta cámara. Esto puede implicar que la escena cambie por completo (como en este caso a nivel de luminosidad) al haber diferencias a nivel de luz. Podemos configurar asimismo que este modo angular se active de forma automática cuando el móvil detecta más de dos personas.

El modo belleza es bastante agresivo y puede llegar a acabar con toda la textura de la piel, aunque es regulable en varios niveles. El modo retrato es correcto, pero el recorte queda lejos de la gran calidad que vimos con las cámaras traseras. Destacar que en modo retrato frontal también se mantiene el HDR, un punto a favor.

Tanto en la cámara frontal como en las traseras Samsung destaca en la interfaz el modo de 'Captura Única'. Se trata de una función en la que se capturan varias fotografías durante unos pocos segundos. El teléfono posteriormente les aplica distintos efectos y filtros, ofreciéndonos varias fotografías. Aquí el HDR deja de funcionar, por lo que es sencillo obtener fotografías quemadas. Como modo anecdótico llama la atención, aunque no es en nuestra opinión una función para abusar de ella.

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Vídeo

Del vídeo del Samsung Galaxy S20 destacan dos puntos capitales: la grabación en resolución 8K y la super estabilización. El 8K es una función llamativa, aunque pocos dispositivos a día de hoy pueden reproducir estos contenidos. Respecto a la super estabilización hace un trabajo espectacular, siendo uno de los mejores estabilizadores del mercado.

Destacar, al ser poco habitual, el buen trabajo que hace el modo retrato en vídeo, sobre todo si grabamos en vertical (formato ideal para redes sociales). El seguimiento del sujeto es prácticamente perfecto y el bokeh se aplica con un recorte bastante conseguido. Aparte, el HDR trabaja incluso aunque el terminal esté desenfocando.

Los cambios de luminosidad se hacen notar cuando cambiamos entre sensores. Al no estar alineados de forma simétrica el salto es algo brusco. No obstante, es de agradecer el poder cambiar entre sensores mientras grabamos vídeo, para poder tener distintos ángulos de visión en la grabación.

Samsung Galaxy S20: la opinión de Xataka Android

El Samsung Galaxy S20, actualmente, es uno de los pocos terminales pequeños que ofrecen una experiencia de usuario completa. Hace check prácticamente punto por punto: diseño, cámara, rendimiento, sonido, etc. No obstante, nos sigue quedando esa sensación de que Samsung puede crear un producto completamente redondo, pero no da con la tecla para ello. Los 120 Hz son una gran aliciente, pero perder cerca de una hora de pantalla (necesaria teniendo en cuenta la escasa duración total) a su costa nos hacen plantearnos su activación en varias ocasiones.

One UI sigue siendo una capa hambrienta de recursos, haciendo que el terminal siga sin ser el más fluido de su rango de precio. No obstante, apreciamos que desde hace unas generaciones ha desaparecido el lag por completo, obteniendo así una experiencia de usuario más que satisfactoria con el dispositivo.

El Samsung Galaxy S20 ofrece la experiencia de usuario más completa en el territorio de los Android pequeños: buena cámara, genial multimedia y equilibrio general, con algunos puntos a mejorar

Respecto a la cámara, el salto a nivel de grabación de vídeo ha sido notable y la versatilidad general es de aplauso. Samsung tiene las herramientas suficientes para liderar la fotografía en gama alta, pero el procesado le sigue dejando fuera de la corona. El modo retrato, la colorimetría, el trabajo con el HDR... La lista de puntos a mejorar sigue siendo extensa, aunque no por ello se deja de disfrutar la cámara de este Galaxy S20.

El Samsung Galaxy S20 en su versión 5G tiene un precio de 1.009 euros, en la línea de lo visto en la gama alta de 2020. La experiencia es completa, es un terminal para disfrutar de él en todo los sentidos, teniendo en siempre en cuenta el margen de mejora del que dispone.

9.0

Diseño 9.5
Pantalla 9.5
Rendimiento 9.5
Cámara 9.25
Software 8.75
Autonomía 7.75

A favor

  • Los 120 hercios son un antes y un después, todo parece "raspar" cuando bajamos de esta tasa de refresco.
  • El audio es excepcional, tanto a nivel de volumen máximo como de calidad final.
  • El diseño compacto y con curvas reducidas lo hacen muy cómodo a una mano

En contra

  • La autonomía es un punto muy mejorable. Es complicado llegar al final del día en cuanto exigimos un poco.
  • Las cámaras son de gran nivel, pero Samsung sigue fuera del trono un año más.
  • Si bien es cómodo y compacto, se ensucia con facilidad tanto con huellas como con restos de grasa de las manos.

Samsung Galaxy S20 5G - Smartphone 6.2" Dynamic AMOLED (12GB RAM, 128GB ROM , cuádruple cámara trasera 64MP, Octa-core Exynos 990, 4000mAh batería, carga ultra rápida) Cosmic Gray [Versión española]

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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