Los selfies se han convertido en la modalidad estrella de la fotografía móvil para ciertas audiencias. Según Statista, ya en 2018 el 82 % de los jóvenes entre 18 y 24 años eran adeptos a este tipo de instantáneas. Y muchas de las cuentas más populares de redes sociales, como Instagram o TikTok, tienen como temática principal el selfie.
Eso sí, los selfies no son un invento de la telefonía móvil. De hecho, se inventaron en 1839, cuando el fotógrafo Robert Cornellius hizo una foto de él mismo, aunque, obviamente, en aquel entonces no se llamaban selfies a estas autofotos. El más cercano precursor analógico del selfie actual lo encontramos en las cámaras instantáneas Polaroid. Esta tendencia se hizo “oficial” en cierto modo a través de la película 'Thelma & Louise' allá por el año 1991. Esta imagen rememora aquel momento.
Algunas curiosidades
La palabra “selfie”, por otro lado, fue Word of the Year en el año 2003, una mención que otorga The Oxford English Dictionary con carácter anual. Una millennial, de media, hará unos 25.700 selfies a lo largo de su vida: es una cifra que confiere sentido a la importancia que tienen como fenómeno social y antropológico.
El hashtag #selfie emergió en las redes sociales el 16 de enero de 2011. Concretamente, en la cuenta de Instagram de Jennifer Lee. En 2012, se inventó el “palo selfie”, todo un éxito de ventas desde aquel momento. ¿Quieres saber qué lugar del mundo es el más popular para hacerse un selfie? La respuesta es la Torre Eiffel de París.
En los tiempos del smartphone
En la actualidad, la mayoría de los selfies se hacen con teléfonos móviles y la cámara frontal. La principal razón para ello es la comodidad y la inmediatez. Si fuese por calidad únicamente, posiblemente no se usaría la cámara delantera de nuestros móviles. En no pocos casos, se trata de una cámara con menos megapíxeles que las traseras, menos luminosa o con menos efectos donde elegir para hacer las capturas. No suele estar estabilizada ni preparada para grabar vídeo de calidad o 4K.
Por suerte para los amantes de este tipo de fotografías, hay fabricantes que “echan toda la carne en el asador” cuando piensan en la cámara frontal. Es el caso, de vivo y el modelo V21 5G, donde la cámara frontal no es que no tenga nada que envidiar a la cámara trasera de muchos smartphones, es que las supera.
Diseñando una cámara selfie en condiciones
El fabricante de teléfonos inteligentes vivo ha convertido al modelo V21 5G en una masterclass de diseño de lo que es una cámara frontal. A medida que recorremos la funcionalidad de la cámara, encontramos tecnologías robustas y solventes que la sustentan sin que encontremos debilidades en su integración con el dispositivo.
Los modos que localizamos en esta cámara selfie del vivo V21 5G son todos estos: OIS, Enfoque automático, Nocturno, Retrato nocturno con IA, Enfoque automático de ojos, Vídeo 4K, Vídeo ultraestable, Filtros de luz, Belleza facial de niños, Conservar lunar, Afinar cabeza, Doble exposición, Belleza facial de vídeo o Vídeo con vista doble.
El sensor es de nada menos que 44 Mpx, con fotos finales que responden a una resolución en la que el detalle es máximo, tanto en valor absoluto como si se compara con los 4 Mpx, 6 Mpx u 8 Mpx de muchas de las propuestas actuales. Pero no es de recibo tener un detalle tan elevado si viene con ruido cuando hay poca luz o con trepidación si la foto sale movida.
vivo, para sostener los 44 Mpx de esta cámara frontal, ha añadido estabilización óptica a la cámara frontal, así como doble flash para iluminar los rostros con una fuente de luz intensa y uniforme. La estabilización óptica u OIS es un privilegio en un momento en el que prácticamente nadie más en el mercado la contempla en la cámara delantera. Hay que remontarse a modelos de 2016 para encontrar una cámara frontal estabilizada ópticamente.
Además, y por si fuera poco, tampoco falta el autofoco. Esta tecnología encaja a la perfección en las especificaciones del vivo V21 5G.
Modos, modos y más modos
Además de la tecnología propiamente dicha, como avanzábamos, vivo ha integrado unos modos para hacer las fotos que parecen salidos de las cámaras traseras de cualquier móvil actual. Hablamos del Enfoque automático de ojos, el modo Nocturno, Retrato nocturno o Doble exposición incluso, sin dejar de lado los preajustes de belleza o el retoque con filtros.
El vídeo puede ser de hasta 4K. La mejor estabilización la tenemos en Full HD, no obstante, si tenemos buen pulso y hay buena luz, podremos hacer tomas de vídeo en resolución 4K con una calidad excepcional. El vídeo ultraestable, para resoluciones como Full HD, abre la posibilidad de hacer videoselfies sin que los zarandeos sean un inconveniente para conseguir tomas estabilizadas que compartir en redes sociales o con colegas, familiares o amigos.
El modo Supernoche, por su parte, usa varias imágenes para eliminar ruido y obtener la iluminación adecuada para cada circunstancia con ayuda de algoritmos de IA. Otros modos que podemos utilizar para capturar selfies creativos pasan por el Vídeo de vista dual, o el de Doble exposición, con los que logramos conjugar la elevada calidad de la cámara frontal con efectos muy interesantes.
El teléfono para selfies por antonomasia
El trabajo que ha hecho el fabricante con el vivo V21 5G es remarcable en un tiempo en el que las cámaras frontales parecían haberse quedado en un segundo plano, conformándonos con implementaciones más o menos competentes, pero siempre echando de menos alguna funcionalidad o tecnología.
Este nuevo smartphone hace que no echemos en falta nada importante en la cámara selfie, aparentemente igual que otras, pero muy diferente en cuanto a tecnología.
Los amantes de este tipo de fotografía y vídeo, como los instagramers o tiktokers, serán los que más valoren las habilidades de este terminal. Usar las cámaras traseras es un “truco” habitual para hacerse selfies o videoselfies debido a su (en la mayoría de los casos) mejor calidad. Sin embargo, usar las cámaras traseras implica perder la visualización en la pantalla mientras se hacen las tomas. En este punto, la cámara frontal del vivo V21 5G es óptima para crear contenidos para dichas redes y no hay que renunciar a las opciones de realización que confiere estar viéndonos en la pantalla.
La creación de contenidos para Instagram, TikTok y otras como YouTube o Twitch es una tarea que se ve agilizada y facilitada con una cámara selfie como la del modelo de vivo que nos ocupa. Ahorrará una buena cantidad de tiempo en edición y postproducción si usamos los modos integrados para capturar selfies y videoselfies al obtener vídeos e imágenes estabilizados, iluminados y con suficiente detalle como para compartirlos tanto en streaming directo como programados para una emisión posterior.
Procesador, RAM y batería, a la altura de las más altas exigencias
El procesador (un octacore Dimensity 800U de MediaTek), la RAM (de 8 GB de, pero capaz de aprovechar 3 GB adicionales gracias a la tecnología de memoria extendida) o el almacenamiento (128 GB) no se quedan atrás ni son un cuello de botella para el procesamiento de imágenes, vídeo o audio. Si nos decidimos por editar contenidos en el propio dispositivo, encontraremos rendimiento para hacerlo en la CPU, la GPU y el sistema de almacenamiento.
La carga rápida de 33 W ayuda a que la batería vuelva a estar lista para las sesiones en pocos minutos y la pantalla AMOLED E3 ofrece fidelidad de color, brillo elevado de hasta 800 nits y compatibilidad con HDR 10+. En consecuencia, los contenidos que se editen en este móvil, seguro que responderán a la realidad de lo que se capture.
Apuesta segura para la creación de contenidos
No es fácil encontrar fabricantes que se esmeren tanto para que la cámara frontal sobresalga (tecnológicamente, que no físicamente) de un modo tan evidente. Si los selfies y videoselfies son importantes para ti, el vivo V21 5G es una de las pocas propuestas del mercado, sino la única, que aúna tantas tecnologías y funcionalidades en la cámara frontal.
No es fácil que eches de menos la cámara trasera cuando necesites la máxima calidad posible en los contenidos: la cámara frontal bastará, salvo que busques una toma ultra gran angular, lo cual no es probable a la vista de la deformación óptica que introduce, muy útil para paisajes o arquitectura, pero no tanto para personas.