Adiós y gracias, CyanogenMod: así fue la historia de la ROM más popular

CyanogenMod tiene los días contados, concretamente le queda hasta el 31 de diciembre de vida, momento en el cual tendrá su descanso eterno. Posiblemente sea la ROM personalizada más usada de todos los tiempos, y será difícil que alguna otra, con la optimización actual de Android, sea capaz de alcanzar sus cifras.

Probablemente muchos de los veteranos de por aquí tengan gran cantidad de recuerdos de ese agradable muñequito azul y más esbelto que Andy, a algunos les habrá salvado el móvil de un brick, a otros les habrá dado el soporte que el fabricante no les ha proporcionado, y a otros les habrá dado horas y horas de uso y descubrimiento.

CyanogenMod ha sido una de las contribuciones más importantes en el mundo Android, e incluso sin algunas de las características que incorporó la ROM, nuestro sistema operativo no sería tan completo. No hay mejor despedida para uno de los históricos de Android que hacer un pequeño repaso de lo que fue y pronto dejará de ser.

2009: hola, CyanogenMod

La comunidad de desarrollo es casi tan antigua como Android, y prueba de ello es que poco después de la salida al mercado del HTC Dream, consiguieron el acceso root. Esto sucedió en el último cuarto del 2008 y, probablemente, no sabían la enorme cantidad de puertas que abrirían con este gesto.

Ya en el 2009 aparecía una ROM personalizada de nombre CyanogenMod que, con el paso del tiempo, sería de las más famosas entre la comunidad Android. Su versión inicial era la 3.1 y se basaba en Android 1.5 Cupcake que incorporaba, además las aplicaciones de Google de aquel entonces y que le metería en un pequeño lío.

No pasa un año y ya tiene problemas con Google

No habíamos abandonado el 2009 cuando Google le envió una carta a Steve Kondik, el jefe de desarrollo de CyanogenMod, y no precisamente para declararle su amor o despotricar sobre los Teletubbies, sino para darle un toque de atención (dicha carta era de cese y desistimiento) y exigirle que eliminara las aplicaciones propias de Google de su ROM.

Lo que ahora conocemos muchos como GApps (o Google Apps) eran, por entonces, aplicaciones de código cerrado que, aunque venían incluídas en Android, sus licencias impedían que se distribuyeran libremente. Esto obligó a Kondik a separar dichas aplicaciones a partir de la versión 4.1.11.1, basada en Android 1.6 Donut.

Este toque de atención por parte de Google llegó a interrumpir el desarrollo de la ROM durante unos días y, además, puso a muchos de los usuarios de CyanogenMod en contra de Google. Ambas partes llegaron a un acuerdo por el que la ROM podría continuar adelante, pero sin incluir los elementos privativos en ella.

Como solución, en CyanogenMod se pusieron las GApps por separado, lo que permitiría introducirlas tras instalar la ROM sin que existiese problemas de copyright. No obstante, algunos desarrolladores se pusieron manos a la obra para buscar aplicaciones alternativas que sustituyera a las de Google llegado el momento.

Llega la era dorada de CyanogenMod

El equipo detrás de la cada vez más famosa CyanogenMod estaba trabajando duro para dar soporte a cada vez más dispositivos y añadir más y mejores funcionalidades para destacar por encima de otras ROMs y de las capas de personalización que los fabricantes se empeñaban en meter a presión.

La única versión de Android que se perdió esta ROM fue Android 3 Honeycomb, que correspondía con la versión 8.x de CyanogenMod que, aunque se planeaba lanzarla, jamás vio la luz. Con la llegada de Android 4.0 Ice Cream Sandwich, CyanogenMod (en su versión 9.x) se renovaría completamente y sustituyendo ADWLauncher (que usaban desde la versión 5.0) por Trebuchet en la 9.0.

Aquí es donde empezó a mejorar de manera más notable, ganando en agilidad y con una interfaz gráfica mejorada. Siendo cada vez más estable, incluso en las 'nightlies', e incorporando funciones nuevas como el pago con NFC o la lista negra, se consolidaban como la mejor ROM personalizada para muchos.

Probablemente el zénit le llegó con Android Lollipop y su versión 12.0, donde además de seguir aumentando el número de dispositivos soportados, ganaba aún más en estabilidad y fluidez, ayudado por Lollipop.

La llegada y marcha de CyanogenOS, un intento de ser una capa de personalización alternativa

Una luz de esperanza se encendió cuando, tras fundarse Cyanogen Inc, anunciaron la llegada de CyanogenOS que, lejos de ser una ROM, sería una capa de personalización para el que quisiera incluirla con el sabor y aroma que todos conocíamos de CyanogenMod. El Oppo N1 fue el primer aventurero al instalar la versión 10.2.

No obstante, lo que parecía ser un acierto, se convirtió en un fracaso cada vez más evidente, dando la razón a aquellos que no veían este paso como algo positivo. No llegó a la decena los modelos que instalaron CyanogenOS en su corta vida, siendo los más destacados el OnePlus One y el ZUK Z1, su escaso soporte para lo que nos tenía acostumbrados le restaba atractivo.

Este 2016, que está casi acabado, CyanogenOS fue abandonado al no adquirir la popularidad que algunos de las altas esferas creían que tendría, ni siquiera acercarse a ese objetivo. Obviamente, los fabricantes con su propia capa, salvo alguna excepción, no instalarían CyanogenOS, y los que no tenían capa y la instalaban, no repetía.

El ocaso de CyanogenMod llegó con la cada vez mayor mejora de Android

Android no ha hecho más que mejorar a lo largo de su historia, tomando medidas que quizás no siempre fueran acertadas, pero sabiendo adaptarse a los nuevos tiempos. La incuestionable estabilidad del sistema operativo junto a su capacidad de personalización hizo que las ROMs personalizadas fueran poco necesarias.

CyanogenMod es quien más ha sufrido estas consecuencias y, aunque ha resistido cuando otras ROMs han caído, sus problemas internos y las decisiones poco acertadas no le han ayudado para nada. Tan completo se está volviendo Android que las ROMs cocinadas no son una opción a no ser que quieras probar algo distinto.

La última versión estable de CyanogenMod fue la 13.0, aunque hay 'nightlies' de las versiones 14.0 y 14.1 que, muy probablemente, no tengan una versión estable. El día 31 de este mes las luces de la ROM favorita de muchos, entre los que me incluyo, se apagarán para siempre, siendo el fin de un ciclo androide.

Adiós CyanogenMod, hola LineageOS

En sólo cinco días se nos marcha CyanogenMod, una despedida que, aunque se veía venir, no deja de ser una noticia triste para la comunidad de Android y aquellos que amaban la personalización agresiva. Han sido siete años en los que han enseñado a la comunidad el camino a seguir, incluso a la propia Android al "regalarle" algunas de sus características.

No obstante, el legado de esta ROM seguirá vivo, no sólo en aquellas que se desarrollen a partir del código que el grupo dejará disponible, sino en LineageOS, o al menos eso es lo que se dice. Lo que está claro es que si pretende coger el testigo dejado por CyanogenMod, van a tener que trabajar realmente duro.

No sólo van a tener que convencer a la comunidad de que son dignos de ocupar el lugar de CyanogenMod, sino que van a tener que superar las mejoras que sigue experimentando Android para que no acaben en el pozo que han acabado muchas otras. ¿Son realmente lo que dicen ser o es sólo un intento de ganar fama? Ya veremos.

En Xataka Android | Cyanogen confirma el cierre de sus servicios para el 31 de diciembre

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