Los controles táctiles han abierto un nicho muy interesante para los juegos basados en las físicas. En apariencia son juegos sencillos pero lo cierto es que tienen un grado de complejidad que los hace terriblemente adictivos. El ejemplo más claro es Angry Birds, pero en dispositivos móviles tenemos un montón de casos más.
Dentro de este particular subgénero tenemos Tongue Tied. Una idea que parte del concepto de dos perros atados por la lengua que deben impulsarle aprovechando su unión para recoger todos los objetos posibles esparcidos por el escenario. Suena como una premisa absurda, pero el juego tiene mucha miga.
Mick y Ralph, los protagonistas de esta divertida historia, son dos perros atados por su lengua. ¿El motivo? Da igual, el hecho es que estos dos canes se ven obligados a andar juntos y a aprovechar su circunstancia para superar todo tipo de obstáculos. Por un lado los 60 niveles principales y por otro los 33 retos adicionales.
El planteamiento es sencillo. Nuestros amigos perrunos avanzan juntos en cada pantalla y tenemos que movernos para que salten plataformas y consigan objetos. Por ejemplo, para superar un precipicio tenemos que tocar a uno de los canes y posteriormente lanzarlo y que con la fuerza arrastre al que sigue andando.
Al principio la mecánica es algo compleja ya que además podemos hacer un montón de movimientos que irán aumentando nuestra puntuación junto a los objetos que vamos recogiendo. Sin embargo, una vez le hemos cogido el punto es muy adictivo y complejo, de hecho la dificultad de algunos niveles a veces es un tanto excesiva.
Todo esto se complementa con un apartado técnico excelente. Los gráficos, con una estética claramente marcada por los dibujos animados, rebosan carisma y un gran trabajo de diseño. La música por su parte subraya ese tono caricaturesco propio de la animación audiovisual. La única pega es que el juego no dispone de versión gratuita por lo que tendremos que pagar, a mi juicio bien se lo merece, los 1,59 euros que cuesta.
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