La gama media Android en 2015: el nacimiento de la supergama media

Con todos los smartphones presentados este año (quizá haya alguna sorpresa), finales de noviembre es una buena fecha para hacer una lectura reposada de lo que nos ha dejado este 2015 en Android. Uno de los protagonistas de este año ha sido la gama media que este año ha reclamado la importancia que había perdido tras el éxito de los móviles de entrada.

Muchos fabricantes decidieron polarizar sus estrategias: ir a terminales modestos en especificaciones pero agresivos en precio para aumentar el volumen de ventas o smartphones tope de gama para posicionarse como un referente. Entre medias, la línea de los 250-450 euros parecía no interesar pero las compañías han sabido mover ficha para que esta categoría resurja en lo que podríamos denominar como supergama media.

El punto medio entre especificaciones y precio

La gama de entrada demostró que solo unos pocos podían hacerlo bien. No era fácil tener un móvil aceptable por poco dinero y muchos de los terminales que vimos en esa franja por debajo de los 250 euros no estaban a la altura de un Moto G que lleva tres años consecutivos demostrando ser el rey. En vistas a este escenario, en 2015 los fabricantes decidieron subir un poco más el listón.

La gama media empezaba a incorporar especificaciones que hace un año o dos eran exclusivas de los buques insignias: pantallas Full HD, procesadores de seis y ocho núcleos, cámaras de calidad, diseños cuidados y materiales más nobles... Los primeros móviles de 2015 nos enseñaban por dónde iba a ir la tendencia este año.

El Xperia M4 Aqua se convirtió en un buen referente pues sus especificaciones eran el canon de todo lo que podíamos esperar de esta categoría. Snapdragon 615 se convirtió en el referente y en varias ocasiones nos hemos encontrado a este procesador como el corazón de muchos teléfonos: bq, Xiaomi, Motorola...Un SoC que prometía mucho pero que ha terminado dando algún que otro problema de rendimiento. Qualcomm ha tenido un año duro.

Esta subida de especificaciones alzaba y diferenciaba a la gama media: terminales potentes con pocos compromisos. Cámaras notables, procesadores con potencia suficiente para abrir todo tipo de aplicaciones sin ningún problema, una cantidad de RAM digna para mover la multitarea... Han sido sin lugar a duda un punto medio bien definido y lo suficientemente atractivo para que el consumidor se haga con él.

Al éxito de estos dispositivos, hay que sumarle la caída de los tope de gama. Ningún gran smartphone ha vendido mucho y algunas compañías empiezan a ver que sus buques insignias no tienen suficiente gancho para generar volumen de ventas y mantener esa posición privilegiada. En su lugar, otras compañías que compiten por precio con terminales más modestos en especificaciones suben.

En 2015 hemos tenido muy buenos terminales en esta líneas: el ya mencionado Xperia M4 Aqua, bq Aquaris M5, Xiaomi Mi4, OnePlus 2, Moto X Play, ZTE Blade S6, Huawei P8 Lite... La mayoría de ellos han demostrado un muy buen desempeño y aunque en los Premios Xataka ganó el terminal de OnePlus, el resto de opciones son muy interesantes. Llegados a este punto parece que todo pinta bien pero esta gama también ha pasado por una serie de dificultades.

Quien mucho abarca, poco aprieta

Si en los años anteriores asistimos a una guerra de precios para vender más, en esta supergama media el escenario no ha sido muy diferente. Los fabricantes han estirado esta línea para llevarla a rangos de precio de 250 euros a 450. 200 euros de por medio que cada uno intenta justificar lo mejor posible.

En esta diferencia de precio es cuando la gama media se empieza a distorsionar. ¿Se entra en esta categoría por precio o por especificaciones? Lo más lógico es considerar la primera variable (cogiendo el precio de salida como referencia) pero es que en este rango hemos visto terminales con especificaciones que en algunos casos rozan la gama alta: OnePlus 2, Xiaomi Mi4C, Sony Xperia M5...

En ese esfuerzo por estirarse por arriba y abajo la gama media roza zonas incómodas para ellos. ¿Por qué iba a pagar 450 si por 150 más (o menos, echad un ojo a nuestro especial de Black Friday) tengo un terminal mejor? El LG G4, por poner un ejemplo, ya está en muchos sitios por 400 euros y este año ha competido por ser el mejor móvil tope de gama del año por ejemplo.

Querer abarcar más espectro hace que la gama media se desdibuje un poco y que al acercarse a líneas más definidas pierdan fuerza. Han sido ambiciosos, conscientes de que tenían que despuntar de alguna forma en ese amalgama de terminales con pantalla Full HD, 2GB de RAM y procesador Snapdragon 615 al final lo que queda es el precio, la marca o detalles muy sutiles.

El futuro de la gama media en 2016

La supergama media ha sido protagonista de este año y la previsión para 2016 es que sigan manteniendo un rol relevante en la industria de los smartphones. La duda es: ¿qué podemos esperar de ella? Lo que a día de hoy parece más claro es ver si sigue la dependencia de Qualcomm para los procesador. Snapdragon 620 debería ser el nuevo referente para los próximos meses, MediaTek también querrá protagonismo y queda ver qué ocurre con Samsung y el desarrollo de un Exynos en esta categoría.

Probablemente en 2016 veamos cómo se repite esa estrategia de adopción de especificaciones de la gama alta: quizá tengamos más terminales con 3GB de RAM (el M5.5 de bq ya tiene una edición así por ejemplo) y en vistas a que Xiaomi le ha puesto un lector de huellas a su recién estrenado RedMi Note 3, seguro que más de uno se anima a introducir este componente hasta el punto de popularizarlo.

La previsión es que el escenario que se dibuje sea parecido: muchos fabricantes peleando en esa horquilla de 250 a 450 euros donde intenten hacerse un hueco y buscar una diferenciación cada vez más complicada de conseguir. Será una pelea dura pero para los usuarios serán más oportunidades de tener mejores terminales a precios contenidos.

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