Antes de WhatsApp lo que se llevaba era hablar por Messenger. Compartías tu probablemente inapropiada dirección de correo hotmail con tus amigos y conocidos y ya podías empezar a chatear desde el PC, que es donde ocurría la acción en aquellos tiempos.
Messenger fue reemplazado por Skype en 2012, aunque llevaba clínicamente muerto desde hacía tiempo. Llegó tarde tarde y mal a los dispositivos móviles, y WhatsApp y Facebook le comieron todo el terreno. Mucho ha llovido desde entonces y la tecnología ha avanzado una barbaridad, pero todavía hay cosas que hacía Messenger que no hace WhatsApp.
A veces, menos es más
Antes de empezar con la lista que te llevará al reino de la nostalgia, permíteme que aclare que simplemente voy a recordar funciones que estaban disponibles en Messenger hace más de un lustro y que no han llegado a la aplicación de mensajería instantanea más popular de la actualidad, WhatsApp.
No quiero por tanto decir que WhatsApp debería incluir todos los elementos a continuación. Si bien no me importaría ver algunos de ellos, otros están mejor donde están, en la memoria. Como poco nos sirve para quitarnos la idea de que las aplicaciones de mensajería han tocado techo y no hay nada más que puedan hacer (aparte de añadir historias / estados).
1. Añadir gente por usuario / identificador
Nunca me cansaré de pedir que WhatsApp te permita añadir gente a tu lista de amigos sin necesidad de intercambiar números de teléfono. La mera idea de que una aplicación que aspira a ser respetuosa con tu privacidad te obligue a compartir tu teléfono con otras personas para chatear me parece cuanto menos irónica.
En Messenger la verdad es que pasaba algo similar, pues necesitabas intercambiar tu nombre de usuario, que se correspondía con tu dirección de correo. De todos modos, era más fácil crear una cuenta "solo para Messenger" de lo que es usar un número de teléfono distinto para hablar con desconocidos.
2. Enviar dibujos manuscritos
Es curioso pensar que hace diez años era posible enviar dibujos manuscritos en MSN Messenger cuando la mayoría de la gente tenía un ratón y hoy en día, cuando lo que priman son los dispositivos con pantalla táctil, no podamos.
Aunque Snapchat y compañía han puesto de moda hacer garabatos encima de fotos (y ha llegado a WhatsApp a través de los nuevos estados) no es posible hacer un garabato y enviarlo sin más, si no es con una foto de por medio. Es decir, necesitas hacer una foto a un papel para poder dibujar encima, lo cual tiene su encanto, todo sea dicho.
3. Personalizar el tipo de letra
Vivimos en la era de la personalización pero como vimos en la comparativa de Telegram vs WhatsApp, la personalización no es el punto fuerte de este último. Básicamente lo único que puedes hacer es cambiar el color de fondo del chat, y ya.
En (algunas versiones de) Messenger podías cambiar el tema, que afectaba a la apariencia de la ventana, el color de fondo para la conversación y hasta el tipo de letra. Lo mejor (¿o peor?) es que el cambio era también visible para la otra persona, así que podías usar una tipografía con un color específico para que te representara en los chats.
4. Estados
"¿Cómo, que WhatsApp no tiene estados? ¡Pero si tiene dos tipos!" Sí, WhatsApp tiene estados pero la verdad es que no es lo mismo que los estados de Messenger o el resto de aplicaciones de mensajería de la época. Antiguamente los estados se usaban para diferenciar cuando estabas conectado y disponible, desconectado del todo, ausente, al teléfono u ocupado.
WhatsApp nació como una aplicación para añadir estados a la libreta de direcciones del iPhone y, con un pequeño lapsus, así se ha mantenido. El caso es que los estados de WhatsApp ni son muy visibles ni son muy fáciles de cambiar así que, aunque alguien tenga de estado "al teléfono" en WhatsApp, lo más probable es que se le haya olvidado cambiarlo hace 3 años. No es tampoco posible desconectar WhatsApp por completo, como sí lo era en Messenger.
5. Compartir la pantalla
Otra cosa que podías hacer en Messenger pero que no ha sobrevivido hasta nuestra era es la posibilidad de mostrar tu pantalla, con control remoto incluido. Quizá no tiene mucho sentido que alguien controle tu móvil a partir de tu WhatsApp, pero tampoco lo tenía en Messenger. No era una función para todos los días, sino para casos concretos.
Una función similar sería de utilidad en WhatsApp para aquellas ocasiones en las que un amigo o familiar te pregunta cómo hacer X cosa en su móvil. U os instaláis una aplicación de control remoto o la única solución es hacer una ristra de capturas de pantalla.
6. Juegos
No nos olvidamos tampoco de los juegos. Buscaminas, tic-tac-toe, damas y tantos otros estaban ahí siempre listos para que pudieras pasar el rato con tus amigos. Bueno, eso cuando funcionaban, que solían fallar bastante.
Aunque otras aplicaciones de mensajería como Facebook Messenger han incluido recientemente los juegos, WhatsApp no incluye nada similar, para bien o para mal. Si quieres jugar con tus amigos, necesitas otras aplicaciones.
7. Vista compartida de fotos
Una función interesante que tenía Messenger y que hasta ahora a nadie se le ha ocurrido copiar es la vista compartida de fotos. Podías añadir una selección de fotos a una conversación y tanto tú como la otra persona las veía de forma sincronizada. Más adelante se añadió lo mismo, pero con vídeos de YouTube.
En su lugar, en WhatsApp lo único que puedes hacer es enviar una ristra de fotos a la otra persona, aunque al menos recientemente se ha incluido la posibilidad de crear álbumes de fotos, que no es lo mismo, pero se parece.
8. Avisos cuando alguien se pone online
Igual que WhatsApp no tiene estados a la vieja usanza y no te deja "desconectarte" cuando no quieres estar localizable, tampoco hay forma de saber cuándo otra persona está disponible para charlar, como pasaba con los avisos de "cierta persona se ha conectado" en Messenger. Lo más parecido es el letrero que dice "Conectado".
La verdad es que la naturaleza "siempre online" de WhatsApp haría que los avisos de conexión fueran un poco más creepy de lo que ya eran, pero al fin y al cabo era una función de Messenger que no tenemos ahora, así que aquí se expone. Además, se podía usar para mandar mensajes pasivo-agresivos iniciando y cerrando sesión sin parar, que siempre está bien.
9. Zumbidos
Los zumbidos de Messenger hacían que la ventana de chat de la otra persona vibrara durante unos segundos para llamar su atención. Eran el equivalente a enviar cuatro "Hey, ¿estás?, ¿eo? ¿Hola", pero con menos esfuerzo. Tenías un límite de cuántos zumbidos podías enviar por segundo, pero nada que no se pudiera saltar con un parche.
Por supuesto, en WhatsApp no hay nada parecido, y estoy bastante convencido de que es mejor así. En cualquier caso, si quieres llamar la atención de alguien tienes otros modos menos elegantes como enviar muchos mensajes, hacer llamadas o resignarte a la idea de que ya te contestarán más tarde, si eso.
Extra: estado con la música que estás escuchando
Por petición popular, añadimos la función de Messenger favorita de muchos: poder mostrar la canción que estás escuchando como estado, para que todos puedan verla. Esta vieja idea por el momento a nadie se le ha ocurrido replicarla en la era de los smartphones, y desde luego no a WhatsApp.
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