Cuando cubrimos el último lanzamiento potente de Samsung, el de la familia Galaxy S24, conocimos el extenso despliegue de inteligencia artificial de la compañía surcoreana. Galaxy AI fue el reclamo para presentar un nuevo hardware de altura, con justificación en el software dado el tremendo auge de la IA en el último año.
Samsung no necesita un ChatGPT para convencernos que sobre el papel, las funciones que sus teléfonos más avanzados aglutinan, eran la aplicación más sensata de inteligencia artificial en un smartphone tal y como los conocemos (quedan fuera ejemplos como el curioso Rabbit R1). Eso hemos ido a comprobar a la Selva Negra en Alemania y sin adelantarme demasiado puedo decir que ha cumplido las expectativas. Así ha sido la experiencia.
La barrera del idioma (casi) no es un problema con Galaxy AI
Entre las funciones más destacadas están las relacionadas con la interpretación y traducción: Live Translate y el Intérprete son dos herramientas superlativas. Siendo honesto, en algunos casos, como veremos más adelante, se nota que les queda camino por recorrer, pero ya son de utilidad.
La primera de las mencionadas, la hemos usado para comunicarnos con nativos del país germano, para confirmar reservas sin necesidad de hablar alemán (no estaría mal, aunque con estas funciones podemos defendernos). Cuando el interlocutor descuelga la llamada, es advertido de que la conversación tiene lugar con un intermediario encargado de traducir.
Aquí radica su principal pega y tiene difícil solución: no estamos acostumbrados a que un robot comience a advertirnos de conversaciones registradas. En primera instancia, muchos colgarán inmediatamente la llamada. Pensándolo detenidamente, diría que falta un poco de costumbre: la IA acaba de llegar y está muy vinculada a las estafas y timos.
Sin embargo, en los casos que sí aceptaron y continuaron en llamada, la función cumple su cometido. Por turnos debemos hablar, y veremos en pantalla la transcripción y traducción de los mensajes (además de oírla con la voz sintética), algo que parece simplemente magia. Es necesario descargar el paquete de español y el idioma de destino para que funcione, y lo mejor de todo es que los datos no salen de nuestro móvil. Es decir, si nos quedamos sin conexión a Internet, seguirá funcionando, algo tremendamente útil.
La segunda función, la de intérprete, se enfoca en el cara a cara. Y resuelve las dificultades bastante bien: durante un reto que hicimos en la ciudad de Friburgo, conseguimos entendernos con varias personas a las que les realizamos distintas preguntas.
De nuevo, aquí sucede algo curioso, y es la evidente -lógica también- falta de costumbre de utilizar este tipo de funciones. Hay que esperar a que en cada paso, hable uno de los interlocutores, es decir, no es inmediato. Aun así, como digo, puede servir perfectamente para entendernos con cualquier persona, siempre que en la lista de los idiomas compatibles con la función esté el que necesitamos.
'Rodea para buscar' es tu enciclopedia de viajes
Entre otras funciones de Galaxy AI, hemos podido sacarle mucho partido al 'Rodea para buscar' que llegó a los S24 en alianza con Google. Todos los días del viaje he acabado rodeando montañas, iglesias, ríos y cualquier elemento natural o artificial que se precie.
¿Para qué? Quizá te estés preguntando. La respuesta es sencilla, rodeando lo que ve la cámara, obtenemos información de todo tipo: ¿Que rodeamos una iglesia? Nos dice cuál es y dónde está (útil durante trayectos). ¿No recordamos el nombre de un monumento? Un círculo dibujado con el dedo bastará para identificarlo.
Las posibilidades son casi infinitas, de hecho, durante una actividad de senderismo, identificar las variedades de plantas y árboles de la zona fue posible, simplemente apuntando con el móvil. Y la activación no puede ser más cómoda: por si no lo sabías, es tan rápido como mantener pulsada la barra de gestos de Android y en un segundo la pantalla se habrá iluminado anunciando la llegada de 'Circle to Search'.
Al final, aplicado a cualquier otro viaje, nos permitirá localizarnos sin necesidad de usar el GPS y Google Maps, además de obtener información de cualquier índole. Lo que nos rodee siempre estará bajo control, nunca mejor dicho. Siguiendo con la travesía, identificamos distintos tipos de árboles y al final de la ruta, la tecnología de Google y Samsung supo decirme el nombre puente que tenía ante mis ojos.
Todavía resulta algo sorprendente -a pesar de que nos dedicamos a esto- lo que permiten estos avances de IA, y concretamente en el mundo de los smartphones. Solo ha hecho empezar: es el inicio de una suite de herramientas que cada vez serán mejores y estarán mejor integradas.
La grabadora de voz tiene mucho potencial con las funciones del S Pen y el reconocimiento de texto
Por último, no me olvido de dos aplicaciones que resultaron ser de lo más prácticas y están incluidas en One UI 6.1, la última versión de la capa de Samsung: la grabadora de voz y la galería de imágenes. Quizá estés pensando qué he utilizado de ellas como para darles tanto protagonismo.
Me explico: la grabadora de voz incluye funciones de IA que permiten transcribir de audio a texto (haciéndolo con bastante precisión, todo sea dicho), y no se queda ahí. También extrae un resumen con los puntos clave de la transcripción y con un botón, magia, traduce a nuestra lengua materna.
El funcionamiento es muy sencillo, aunque para ser honesto depende mucho de lo que capte el micrófono. En entornos ruidosos sufre algunas dificultades, afeando en cierta manera el texto transcrito, y por ende la traducción. Realmente no se le puede pedir más, de hecho, esta función está pensada para utilizarla en circunstancias más cómodas para los micrófonos del móvil.
Es clave y no quiero dejar de mencionar el S Pen, el lápiz digital que incluye el Galaxy S24 Ultra, pues me ha permitido manejar el texto cómodamente, mudarlo a la app de notas y guardar un registro completo de las conversaciones que grabé. No es una herramienta para todos, pero los que trabajen con texto en el móvil lo encontrarán muy socorrido.
Ahora sí, dejo de extenderme para dar paso a la galería de Samsung. La magia de la app es que tiene reconocimiento de imagen y es capaz de identificar elementos como texto (dejando ahora fuera la citada 'Rodea para buscar' que es funcional desde cualquier rincón). Por lo tanto, si en el momento se me olvidó usar la función de Google para conocer algo de mi entorno, como traducir un cartel, puedo hacerlo a posteriori.
Y también, en la galería, tenemos el editor mágico. No es nuevo de Galaxy AI, ni se enfoca en la productividad pero es digno de mención. Tener unas cámaras tan potentes conlleva una gran responsabilidad, y que se estropee una foto por la invasión de un desconocido no es agradable.
El borrador de objetos, similar al de Google, cumple con lo que promete: elimina personas de fotos que hayamos tomado, e incluso rellena el fondo con bastante solvencia. En alguna ocasión puede notarse un pequeño artefacto, nada fuera de lo normal.
En definitiva, en un viaje en el cual hemos necesitado un copiloto que nos ayude a entender -y entendernos con- todo lo que nos rodea, la inteligencia artificial de Samsung ha resultado ser de lo más práctica. Es increíble echar la vista atrás, a no hace muchos años, en los que llevábamos un mapa de papel y un diccionario. Eso, al menos para mí, se acabó.
Después de este corto pero intenso viaje, llegamos a su final. Antes de emprenderlo tenía mis dudas sobre las posibilidades de la IA que ha debutado en los Galaxy S24. Ahora que estoy de vuelta, pienso que ha llegado para quedarse y me pierdo en las infinitas vertientes que tendrá en un futuro no muy lejano.
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