Cambio de móvil cada dos años y le saco partido prácticamente para todo lo posible (no soy muy gamer), pero con las tablets es otra historia: la tenemos por casa y la usamos básicamente para navegar por internet, ver alguna cosa y contestar correos en una pantalla más grande que la del teléfono. Podría decirse que el uso de la tablet es más bien básico y residual.
De hecho, las tablets en mi casa no mueren por caídas o porque ya no tienen batería, sino que acaban obsoletas y jubiladas criando polvo en un cajón. Pero que sean viejas no significa que ya no sirvan y de hecho con nuestra vieja Samsung Galaxy Tab A (2016) hemos culminado una aspiración: usarla como mini televisor para la cocina.
El retiro dorado de una tablet: usarla como televisor
Lo de usar una tablet antigua para ver contenido es algo que ya sabía que iba a las mil maravillas y de hecho, ese fue el destino de la tableta de mi suegra con ATV Launcher, pero la realidad es que nosotras normalmente vemos series y películas en nuestro Smart TV. En la cocina en realidad lo que siempre me ha gustado ha sido tener la tele de fondo, haciendo compañía, como pasaba en mi casa familiar. Pues bien, ahora lo que hace compañía de fondo es nuestra vieja tablet haciendo de tele.
Aplicaciones y servicios para ver canales de la TDT hay unas cuantos, sirva como ejemplo TDT Channels, pero a título personal me gusta más la experiencia e interfaz de Tivify, que en su versión gratis cuenta con una aplicación con más de 200 canales en abierto y la posibilidad de verlos desde el principio si los pillas empezados. A mí el plan de Tivify gratis me sirve porque básicamente lo uso para ver la ETB y practicar euskera mientras cocino, pero hay que tener en cuenta que tiene publicidad, adolece de funciones de control, ver contenido de los últimos siete días o la grabación... pero la tele de toda la vida tampoco lo tenía.
Tenemos la tablet con una funda soporte y su lugar natural es en la estantería, al lado del tostador, pero si por lo que sea me interesa ver algo, me la bajo a la encimera. Pensamos en colocarla en la pared, pero como simplemente queríamos aprovecharla sin gastar ni un euro, descartamos la opción de comprar un marco o algo similar para tal fin.
Usar Tivify no tiene mucha historia: me descargué la aplicación desde Google Play Store y la instalé. Aunque en teoría no hace falta registro, como de vez en cuando aparece la pantalla para iniciar sesión, me cree una cuenta y ya siempre estoy logueada.
A partir de aquí, solo hay que entrar en la aplicación de Tivify y por agilidad, paso de la pantalla principal (en mi gusto, demasiado repleta de opciones) y toco sobre las tres líneas de la esquina superior izquierda para ir a los canales. Ya solo tengo que desplazarme hasta lo que me interesa, tocarlo y listo: ya puedo ver la TDT en mi vieja tablet mientras cocino. En el debe, no he conseguido que la interfaz se adapte a la disposición en horizontal cuando navego en la plataforma, pero sorprendentemente sí que lo hace cuando veo conteido.
Aunque la tablet ya tiene sus ocho añitos a la espalda y monta un veteranísimo y sencillo Exynos 7870 acompañado de 2 GB de RAM, la experiencia es apañada donde importa: en general le cuesta unos segundos abrir las apps y cargarlas, pero una vez entras en la reproducción de un canal, va de lo más fluida ofreciendo audio y vídeo a través de su pantalla LCD de 10,1 pulgadas con resolución 1.920 x 1.200. No es una resolución ni una diagonal para tirar cohetes, pero como antes: el pequeño televisor que tienen mis padres en su cocina tampoco.
Tivify
Tivify agrupa en un mismo lugar más de 200 canales, decenas de catálogos de vídeo bajo demanda y las apps más populares para que tengas acceso a la oferta de entretenimiento más completa.
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