Hoy en día vemos en el mercado móviles con cámaras con sensores de 200 Megapíxeles, pantallas de casi 7 pulgadas y tasas de refresco de 165 Hz, además de procesadores con un rendimiento impresionante. Pero un apartado del hardware que pareciera haberse quedado atrás en los móviles es la batería.
Digo “pareciera” porque, en realidad, no es así. Aunque la capacidad de las baterías pareciera haber alcanzado un pico de 6.000 mAh, con un promedio de entre 4.000 mAh y 5.000 mAh para la mayoría de móviles, en este caso el tamaño (o más bien la capacidad) no lo es todo. Los móviles actuales gestionan mucho mejor el consumo de batería y, por otro lado, la carga es más rápida que nunca.
Este último aspecto, sin embargo, está envuelto de mitos: ¿la carga rápida perjudica la salud de la batería? La respuesta rápida es: no… aunque no es tan simple.
La carga rápida no arruina la batería de tu móvil, pero…
Ha pasado mucho tiempo desde que los móviles contaban con cargadores de 5W o 15W en la caja (de hecho, muchos móviles ya no incluyen ningún cargador en la caja, pero eso es otro tema). Desde hace ya algunos años esperamos que un móvil es que cuente con soporte para carga rápida de, al menos, 20 W. Y si es más rápida, mejor.
Además, tenemos dispositivos con cargas ultrarrápidas de hasta 120 W, como es el caso del Xiaomi 13T Pro. La compañía asiática asegura que esto permite cargar la batería de 0 a 100% en menos de 19 minutos, una velocidad ridículamente rápida (y sorprendente). Y los hay aún más rápidos, como el Realme GT 3 Neo con su carga rápida de 240 W.
El problema con la carga rápida radica en el mayor enemigo de la vida útil y la salud de una batería: el calor. El calor excesivo perjudica a la batería de los móviles, haciendo que sufran un mayor desgaste de lo normal. Es por eso que nunca es recomendable dejar el móvil directamente bajo el Sol por tiempo prolongado (¿has notado cómo calienta más de lo normal cuando lo usas en la playa?), y mucho menos si se está cargando.
Tomando en cuenta que el calor es el enemigo a combatir, y que la carga ultrarrápida puede producir más calor, los fabricantes han diseñado móviles y cargadores que gestionan mejor la temperatura, tanto durante la carga como durante el uso. Es por eso que los móviles incluyen sistemas como cámaras de vapor para ayudar a disipar el exceso de temperatura. Pero con la carga rápida, es mejor tomar precauciones.
Técnicamente, tanto el móvil como el cargador, están diseñados para permitir esta velocidad de carga, pero aún así, los expertos recomiendan que usemos la carga rápida sólo en los casos que sean realmente necesarios. Por ejemplo: ¿Tienes muy poca batería y debes salir de casa en pocos minutos? ¿Estás en una cafetería y necesitas cargar el móvil por poco tiempo antes de continuar con tu día? En situaciones así, es recomendable usar el cargador rápido.
Lo que no es recomendable es dejar el móvil cargando toda la noche usando la carga rápida. Para esos casos, lo mejor es utilizar un cargador más lento, de 15 W o incluso de 5 W. Tardará mucho más en cargarse, pero da igual, tú estarás durmiendo. Y por supuesto, es recomendable activar la carga optimizada.
Según los fabricantes, los móviles con estas capacidades de carga están diseñados para que incluso utilizando la carga rápida, la vida útil de la batería se mantenga en al menos 80% tras 800 ciclos de carga o más. Sin embargo, es prudente tomar sus afirmaciones con cautela y, aunque la carga rápida no es perjudicial, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, así que utilicemos la carga rápida con prudencia.
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