Google se ha decidido a enmendar una de las carencias de las que hacían gala sus smartphones con Android: la salida de vídeo a través del USB C está ya activa en los últimos modelos, los Google Pixel 8 y Google Pixel 8 Pro. Y la he podido probar; junto con el modo de escritorio que lleva oculto en el sistema desde Android Q/10.
Llevo varias generaciones de móviles de Google a mis espaldas: desde aquellos primeros Nexus (el Nexus 5 siempre será mi preferido) a los actuales Google Pixel. Y echaba de menos conectar el móvil a la tele, o a un monitor, y que se replicara la pantalla, es una excelente manera de ampliar la vida útil del teléfono. ¿Por qué en pasado? Porque Google ha solucionado el problema. Ahora sólo queda saber si llevará algo como Samsung DeX a sus Pixel.
Duplicar la pantalla del Google Pixel en la tele es casi magia
Mensaje que aparece al conectar una pantalla externa por USB C
Es verdad que no debería ser extraño, una buena parte de la gama premium ya incluye Display Port a través del USB C (los Samsung Galaxy o los iPhone, por ejemplo). Pero no hay duda de que verlo en los Google Pixel supone un notable cambio para esta familia, sobre todo cuando los Pixel 8 sólo necesitan una actualización de software para habilitar Display Port. Si os lo estabais preguntando, los Pixel anteriores no disponen de hardware compatible.
La esperada novedad aterriza como parte de los cambios de la futura actualización QPR3, la que actualmente anda probando Google en beta. Una vez actualizado el Pixel 8 o Pixel 8 Pro con dicha beta, basta con conectarlo a la tele a través del USB C para que la pantalla del teléfono se duplique en el panel grande. La resolución de salida es 1080p y no se puede modificar: pese a que el Pixel 8 Pro muestra el icono de proyección, carece de configuraciones para personalizar la imagen.
Con sólo enchufar a una pantalla externa el teléfono se duplica automáticamente la pantalla, igual que ocurre con un Google Chromecast. Aunque sin necesitar este dispositivo y con la ventaja de que no hay retraso entre la pantalla del móvil y la del monitor. El USB C también saca el audio del teléfono (PCM) y permite proyectar la imagen incluso en las apps protegidas. Por ejemplo, es válido para convertir un viejo Pixel 8 en un reproductor para la tele: transmite el contenido de Netflix, Disney+ y demás a través del USB C.
Esto conforme el Pixel 8 u 8 Pro está actualizado y se le conecta una tele a través del cable: automáticamente proyecta la pantalla del móvil. Pero hay una manera de forzar un modo de escritorio para que el móvil se comporte como una especie de Samsung DeX. Salvando las distancias, Samsung está a años luz de lo que incluye Google en Android.
Cómo forzar el modo de escritorio en los Google Pixel 8
Modo de escritorio activo en el Pixel 8 Pro
Por defecto sólo se verá duplicada la pantalla del teléfono, aunque el Pixel puede separar la imagen del móvil y del escritorio forzando el modo con ese mismo nombre. El proceso es el que sigue:
- Activa los ajustes de desarrollador en tu Google Pixel yendo hasta los «Ajustes/Información del teléfono/Versión de Android» y pulsando varias veces sobre «Número de compilación». Tendrás que autorizar el paso.
- Sal al menú de ajustes, entra en «Sistema» y accede a las nuevas «Opciones para desarrolladores».
- Desciende hasta «Forzar modo Escritorio» (está casi abajo del todo) y activa la función.
- Tendrás que reiniciar tu Google Pixel 8 para que entre en funcionamiento el modo de escritorio.
- Ahora necesitas, como mínimo, conectar al Pixel un ratón por Bluetooth. También puedes incluir un teclado Bluetooth para completar el funcionamiento de escritorio.
- Conecta por USB C el Pixel a la pantalla externa y ya verás que aparece un escritorio de ordenador, totalmente distinto a lo que proyecta la pantalla del móvil.
Anclaje de apps al inicio en el modo de escritorio
El modo de escritorio incluido en Android 14 es muy tosco y apenas permite más que acceder al cajón de aplicaciones para abrir éstas a pantalla completa. Sí permite el anclaje de las apps al escritorio, no demasiado más. Y no deja ni volver al inicio ni cerrar las aplicaciones: aún es una curiosidad más que un modo de escritorio realmente útil. Seguramente Google lo mejore con sucesivas actualizaciones de Android
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