Aunque los smartphones actuales suelen llevar una cantidad generosa de 'gigas', terminan resultando insuficientes cuando acumulamos durante años fotos, vídeos, aplicaciones, documentos, imágenes de WhatsApp e incluso nuestra propia música.
Es por ello que vemos el temido mensaje de "memoria llena", incluso puede ser que tu móvil lo muestre aún usando una tarjeta de memoria. Gracias a algunas herramientas, como Google Files, podemos hacer hueco borrando hasta 20 GB. Pero lo que vamos a ver ahora nada tiene que ver con eliminar archivos o limpiar la memoria: abusamos de las aplicaciones, pero no te hacen falta, así puedes sustituirlas.
Las aplicaciones van engordando con el paso del tiempo
¡Qué montón de espacio tiene mi nuevo móvil! Es lo que suelo decir cada vez que cambio de generación y opto por adquirir un nuevo equipo. Al estar acostumbrado a memorias más antiguas, mi sorpresa es mayúscula cuando veo realmente todo el espacio que tengo disponible.
Sin embargo, la sorpresa se queda justamente en eso, sólo en una sorpresa inicial. Cuando pasan unos meses, las aplicaciones que instalo, los fondos de pantalla que uso, las fotografías que realizo... todos los elementos guardados en mi móvil hacen que el almacenamiento no parezca tan infinito como era en un principio.
No obstante, todo tiene una solución y nuestra tendencia a instalar todas las apps que vemos interesantes (y que luego no usamos) no ayuda demasiado. Las aplicaciones van aumentando su peso con el paso de los días. ¿Los motivos? Pues actualizaciones que añaden funciones (por tanto, más peso), la memoria caché y otras partes como los datos del usuario.
¡Webapps al rescate!
Entonces, te preguntarás cómo sustituyo las apps si muchas son necesarias. Pues aquí llega el término webapp para salvar la situación: estas son herramientas, tales como las apps comunes, pero que dependen de un servidor web y un navegador que permita mostrarlas. La mayoría de sitios web a los que accedemos cada día tienen su propia webapp. YouTube no es una excepción y hemos hablado de ella en otras ocasiones.
La principal ventaja de estas es que ocupan un espacio mínimo, al necesitar una conexión permanente a Internet, no alojan datos en la memoria de nuestro dispositivo. Por lo tanto, a partir de ahora, haz este ejercicio: antes de descargar una aplicación de Google Play Store (o bien en formato APK), ve a la web de la empresa y comprueba si las funciones que necesitas están disponibles.
Si es así, podrás usar la webapp en cuestión sin problema alguno. Ahora, veamos cómo instalarlas y situarlas en la pantalla de inicio, tal y como haríamos con cualquier otra app. Como hemos comentado, es necesario hacer uso del navegador web que utilizamos habitualmente.
Por ejemplo, en el caso de Google Chrome que es uno de los navegadores más usados, el proceso nos quitará si acaso, un minuto. Entra en un servicio que cuente con una webapp como puede ser Twitter. Tras cargar la página, debemos tocar en "más opciones" ilustrado con los tres puntitos dispuestos verticalmente. Cuando se despliegue el menú, toca en "Instalar aplicación", y a continuación en "Instalar".
Verás un nuevo icono en el escritorio de tu móvil Android, desde el que accederemos a la aplicación en cuestión. Y es que esta ocupara significativamente menos que la opción nativa. El recorte de funciones dependerá de lo bien implementada que esté su versión web, por ejemplo, la versión ligera de Twitter es casi idéntica a la aplicación tradicional y no perdemos funciones importantes en el camino.
Es una forma sencilla de ahorrar espacio para dedicarlo a otros archivos más importantes, como fotografías personales o documentos privados. Sin duda, es una idea muy útil y es de agradecer que las propias empresas apuesten por esta tecnología que minimiza el número de aplicaciones que debemos instalar.
Imagen de portada | Pexels en Pixabay
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