Si hablamos de desguazar teléfonos para ver qué hay en su interior, ahí los reyes indiscutibles con iFixit. Sus despieces nos dejan ver el hardware pero hay quienes van más allá y en vez de interesarse por las tripas o si es fácil de arreglar o no, quieren ver cuál es el precio de los componentes y el ensamblado de cada terminal.
Este es el caso de IHS que ha cogido un Samsung Galaxy S6 Edge y ha ido pieza por pieza para calcular cuánto le cuesta a los coreanos los componentes de cada unidad que produce. Los resultados son muy interesantes, aunque debemos cogerlos con pinzas ya que en el proceso hay otros muchos factores que no se contemplan.
290 dólares sin contar muchas cosas
Cada Samsung Galaxy S6 Edge tiene un coste de fabricación (recordemos: materiales y ensamblado) de 290 dólares. 35 más que el Samsung Galaxy S5. La cantidad aumenta ligeramente si se disecciona el modelo con 64 GB de almacenamiento interno. ¿Cuál es el elemento más caro? La pantalla, claro.
Cada panel cuesta 85 dólares, el procesador Exynos 7 vale alrededor de 29,50 dólares. Recordemos que es el primer móvil que incorpora un chip de 14 nanómetros. Los 3GB de RAM DDR4 valen 27 dólares y la memoria de 64GB asciende a 25. Componente por componente, todo suma para llegar a la cifra que comentábamos unas líneas más arriba. A continuación tenéis una imagen del terminal desmontado.
De este estudio podemos sacar varias conclusiones. Por un lado el coste unitario de cada terminal, probablemente la cifra real no sea exactamente la que dice IHS pero debe estar ahí cerca. Sin embargo, no hay que olvidar que más allá de esos 290 dólares hay otros costes que no se ven y encarecen el precio final de cualquier teléfono: mano de obra, almacenamiento, logística, investigación y desarrollo, marketing… Todo suma.
Vía | Recode
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