Ya son oficiales, por fin terminó la espera y el inagotable caudal de filtraciones: los Samsung Galaxy S24 han visto la luz oficialmente. Estos tres nuevos teléfonos, los Samsung Galaxy S24, Samsung Galaxy S24 y Samsung Galaxy S24 Ultra, evolucionan tímidamente en diseño mientras hacen especial hincapié en la Inteligencia Artificial. Y sí hay un aspecto donde se plantea una especial ruptura: el Ultra dice adiós a la pantalla curva. Por fin.
Dado que los paneles AMOLED son muy finos y pueden fabricarse sobre una lámina deformable, Samsung decidió innovar en sus smartphones con un elemento que estrenó el Samsung Galaxy Note Edge hace ya nueve años: la pantalla con bordes curvados. En ese primer Edge sólo se rompía la simetría en el lado derecho, pero pronto se contagiaron de curvas el resto de modelos. Los Samsung Galaxy S Edge, por ejemplo, también los Samsung Galaxy Note posteriores. Y multitud de smartphones más, la pantalla curva quedó como un signo de gama premium. En pasado, porque su inventor las ha desterrado de su catálogo.
Agárrate, que (no) vienen curvas
Los Edge saltaron desde la familia Note hasta los S con una variante Edge que comenzó con los K. Aquel mítico Samsung Galaxy S6 Edge ofrecía un aspecto distintivo, atraía las miradas gracias a aquellos laterales de la pantalla profusamente curvados, resultaba manejable por sus dimensiones y también por el agarre de las citadas curvas al amoldarse a los contornos de la mano. Sí, los ángulos rectos no son demasiado cómodos. Pero...
Puede que las pantallas curvas añadan distinción al teléfono y un extra de diseño, pero terminan ofreciendo más inconvenientes en el uso que ventajas. Empezando por los repuestos: cambiar una pantalla curvada rota es mucho más caro que una pantalla sin curvar. Además, pulsar en las áreas redondeadas del panel se complica, pierden cierta respuesta al toque, la curvatura de la pantalla altera los colores y la imagen se ve deformada en esas áreas, algo que afecta especialmente al uso del smartphone en horizontal. ¿Por qué mantener un elemento sólo por estética?
Samsung fue retirando las curvas de su catálogo dejando un último reducto, como la aldea gala que sigue resistiéndose al enemigo. Con un Ultra que fue asumiendo rasgos de los Note, sobre todo con el S Pen integrado, parecía que las curvas quedarían como seña de identidad. Y no, el Samsung Galaxy S24 Ultra le dice adiós definitivamente a un aspecto de diseño que lleva en los Samsung Galaxy desde 2014 sin que la marca le haya encontrado una verdadera función útil.
El Samsung Galaxy S24 Ultra integra una pantalla AMOLED de 6,8 pulgadas con resolución máxima QHD+ que hace gala de refresco dinámico de 1 a 120 Hz gracias a la tecnología LTPO; con un brillo pico que asciende a los 2.600 nits. Esta pantalla está protegida por cristal Corning Gorilla Glass Armor, un vidrio que aumenta la resistencia frente a los arañazos. Y sí, una de las noticias relacionadas con el teléfono es una ausencia: la pantalla del Ultra tiene los bordes rectos.
Una construcción que se ve reforzada con la ausencia de curvas en el frontal
La combinación de materiales es propia de la gama más premium, aquí no hay sorpresa. Sí que sorprende la ausencia de curvas, como ya hemos dicho, también el detalle de incluir lo más nuevo de Corning para proteger el frontal. Y otro elemento destacado: igual que los iPhone 15 Pro, el Samsung Galaxy S24 Ultra hace gala de un cuerpo fabricado en titanio. La certificación IP68 contra polvo y agua se mantiene.
Con Samsung guiando su mejor teléfono hacia nuevos límites en la resistencia, resulta lógico que haya decidido hacer sacrificios en diseño rompiendo con ello la herencia de los modelos previos. Aunque nos parece positivo: la pantalla curva añade más inconvenientes que ventajas. No la echaremos de menos.
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