Parece que la tendencia en lo relativo a la carga inalámbrica está cambiando en los últimos tiempos: Android, tradicionalmente por detrás de Apple, ha incorporado lo más nuevo, Qi2. Además, empezando por los buques insignia del sistema, los Google Pixel 10, que adaptan tanto la propia carga del dispositivo sin cables como un parque de accesorios magnéticos compatibles bajo la marca Pixelsnap. Esta novedad la catalogué como el "MagSafe para todos los Android", y ahora que los nuevos iPhone 17 se igualan a los Pixel, tengo más claro que nunca que este debió ser terreno seguro para el ecosistema de Google.
Apple sentó las bases. La carga magnética con MagSafe fue un buen filón comercial para Apple, aunque siempre funcionó bajo sus propias reglas. Desde el iPhone 12, esta tecnología originó un tremendo ecosistema de accesorios de muy cómodo acople.
Sin embargo, si querías mantener la velocidad de carga inalámbrica, había que pasar sí o sí por caja para comprar un accesorio oficial o certificado (MFi). Los cargadores de terceros, aunque son compatibles, están limitados a una velocidad inferior.
Y ahora abre la mano. El lanzamiento de los iPhone 17 cambia esta historia por completo. Apple adopta el estándar Qi 2.2, lo que en la práctica se traslada a que cualquier marca certificada con la norma podrá cargar el móvil a máxima velocidad (25 vatios). Es la democratización por parte de la firma californiana de una tecnología hasta ahora mirada con lupa.
Especificaciones oficiales de la carga inalámbrica en los iPhone 17 Pro
Marcas como Ugreen, Belkin o Anker ya tienen productos certificados con Qi2.2 listos para el lanzamiento. Esto confirma lo anunciado por Apple, por lo que sigue una estrategia similar a la de los últimos teléfonos de la competencia. En Android, a expensas de que más fabricantes se sumen, ya estamos al día con la carga inalámbrica.
La diferencia entre Google y Apple. Como comentaba en un inicio, el estándar de carga inalámbrica debió venir de la mano de Android, puesto que comparten esa naturaleza abierta (esto es discutible en la actualidad). Hay decenas de fabricantes que hubieran podido promover una conexión tan sencilla, rápida... y útil para nosotros.
Envidio mucho al MagSafe porque uso la carga inalámbrica. Tengo una base en el escritorio, otra en la mesita de noche... y me encantaría poder disfrutar de esos accesorios como el stand para apoyar el móvil en una mesa, o llevar una de esas carteras que se pegan. De momento no me he lanzado a por un Pixel 10, así que me gustaría ver al resto de fabricantes haciendo su tarea.
Fuera de temas personales, ¿cuál esa esa diferencia entre ambos ecosistemas? Que en lugar de un sistema propietario, el debut en Android ha sido tratado por Google como un estándar universal que cualquiera puede adoptar. Eso sí, no ha dudado ni un momento en segmentar a sus dispositivos: solo el modelo más caro, el Pixel 10 Pro XL, alcanza los 25W de carga, mientras que el resto de la gama se queda en 15W. Por eso hay que mirar antes de comprar un accesorio compatible.
Posición paradójica. Si sumamos esto último en la disparidad de carga inalámbrica a que Apple ahora apuesta por un estándar, nos queda como resultado una situación bastante extraña. La compañía de los iPhone, centrada en el control de su experiencia de usuario, se convierte en la que populariza el acceso a la carga inalámbrica para todos; mientras tanto, Google, es quien segmenta la experiencia en su propia casa, además de recortar funciones (los Pixel 10 dicen adiós a la carga inversa). Se han invertido los papeles, algo que vuelve a demostrar que Android tuvo que liderar esta tecnología. Y una cosa clara: el "MagSafe de Android" todavía tiene camino por recorrer.
Imagen de portada | Alejandro Alcolea para Xataka Móvil y Google
En Xataka Android | Me preguntan mucho qué móvil comprar y siempre recomiendo un Google Pixel. Sólo pido que miren una cosa antes de hacerlo
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