WhatsApp es la mejor app de mensajería y la razón es bastante evidente

WhatsApp es la mejor app de mensajería y la razón es bastante evidente

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WhatsApp es la mejor app de mensajería y la razón es bastante evidente

Es habitual en el mundo de los servicios digitales que los que llegan primero son los que triunfan. En ocasiones alguno nuevo llega a desplazar a los antiguos, como ocurre con las redes sociales y la brutal irrupción de TikTok, pero lo normal es que quien clave la bandera se lleve el título de propiedad de las tierras. Y uno de los ejemplos más claros de esto es WhatsApp.

Con las apps de mensajería siempre hay guerras entre seguidores de uno y otro bando, es la historia de nunca acabar. Mi servicio hace esto, mi servicio hace lo otro y el tuyo no. Batallas que parecen más propias del ámbito deportivo, duelos de accionistas. Pero con WhatsApp no hay debate posible, lo lamento. Y moriré en esta playa. WhatsApp es la mejor app de mensajería y la razón es bastante evidente: las apps de mensajería son para hablar con gente. Y WhatsApp tiene a la gente.

Las desventajas de WhatsApp frente a su competencia no importan

Vuelvo a dejar patente que esta defensa de WhatsApp no tiene nada que ver con sus características, ni tan siquiera enfrentándolas a las de su competencia. WhatsApp tiene defectos o, mejor dicho, desventajas frente a lo que ofrecen otros. Carencias. Es algo patente y muy difícil de negar. Pero repito, y lo repetiré una y mil veces. Todos esos defectos no importan. Dan exactamente igual.

Podemos hablar del sistema de copias de seguridad, por ejemplo, una imposición forzosa de tu propio sistema de funcionamiento con tus servidores. Como en los de WhatsApp no se aloja nada, todo cae del lado del teléfono y si no quieres perderlo más te vale guardarlo, hacer una copia de seguridad. En el teléfono ocupa espacio, en Google Drive. Y su sistema no es el mejor. ¿Ojalá fuese como en Facebook Messenger o en Telegram? Sí, ojalá abrir la app desde cualquier dispositivo y tenerlo todo ahí porque está todo en el servidor. Pero no es el caso. Y da igual.

Hay que empezar a asumir que los defectos o carencias de WhatsApp no importan porque se va a seguir usando igual.

Podemos hablar del propio aspecto y funciones de la aplicación, algo en lo que también se incide. O mejor dicho, en los añadidos de la aplicación que afectan a su aspecto durante el uso. Ojalá WhatsApp contase con el sistema de stickers animados de Telegram, o el de Facebook Messenger. Ojalá aceptase bots como los que permiten seleccionar GIFs muy locos en Telegram. Ojalá permitiese hacer todo lo que permite hacer Telegram, o de nuevo Facebook Messenger. Pero da igual.

Podemos hablar también del funcionamiento de multidispositivo. Esa función que permite abrir WhatsApp en varios dispositivos al tiempo. Una función que sigue mejorando poco a poco pero que lo hace muy lento. Tanto que no nos deja olvidar lo deficiente que es respecto a su competencia. Quien haya usado Telegram cinco minutos en móvil y ordenador sabe de lo que hablo. Pero repito de nuevo. Da todo igual. Porque WhatsApp es un estándar y eso, salvo un cataclismo del nivel del que borró a los dinosaurios de la Tierra, no va a cambiar.

WhatsApp es EL estándar

Whatsapp

Imaginemos que queremos ir a la playa porque allí están nuestros amigos y conocidos. Imaginemos que, para ir a esa playa, podemos elegir múltiples medios de transporte. Podemos ir en avión, en tren o en coche. Y si elegimos el coche, tenemos mil y un modelos para elegir. Eso sería lo ideal hablando de aplicaciones de mensajería, que cada app fuese el vehículo para llegar a un mismo lugar. Pero eso no es así. No en el mundo de las apps de mensajería.

Cada app de mensajería es un recinto acotado. No puedes hablar con usuarios de WhatsApp desde Telegram, ni al revés. No puedes interactuar con usuarios de Signal desde Facebook Messenger, ni al revés. Como mucho puedes tener varias apps instaladas al tiempo, que es lo que hago yo y muchos otros, pero eso te obliga a separar las conversaciones. Hablo con Pepito en X pero la conversación con Jaimita es en Y. Disculpad los ejemplos de cuanto Pedro Picapiedra iba al jardín de infancia.

Ocurre que la inmensa mayoría de usuarios de este planeta no cuenta con varias apps de mensajería. Suelen ir a lo sencillo. Lo de tener varias apps es de geeks. El que escribe, por ejemplo, lleva en el móvil WhatsApp, Telegram, Facebook Messenger y Signal. Sí, ese usuario de Signal que vive en España soy yo. Y también tengo Instagram, que no es técnicamente una app de mensajería aunque los más jóvenes estén intentando (muy fuerte) que lo sea. Pero quiero dejar claro que yo, que mi ejemplo, el de los que hacen como yo, son minoría. Una minoría muy menor.

WhatsApp es la app que usan mis padres, mis suegros y mi tío el del pueblo. Todas las demás son accesorias.

Así que a la hora de querer hablar con alguien lo más normal, y por mucho, es que ese alguien esté en WhatsApp. Sí, quizá no esté, quizá sea un talibán de WhatsApp, que también los hay, y se niegue a instalar la app y a usar el servicio. Pero de nuevo, ellos son minoría. Porque WhatsApp es el estándar. Es la app que usa mi madre, mi tío y la que usaría mi abuela si aún estuviera entre nosotros. Es la app que usan mis suegros, que ya cuentan estancia en la tierra en ocho décadas. Porque WhatsApp, repito por si no ha quedado claro, es el estándar.

Llamar, enviar un SMS, mandar un mail, whatsappear

Whatsapp

La forma más fácil de contactar con alguien a través del móvil ahora mismo es llamar. Da igual que teléfono tengas tú y tenga el otro. Llamas y hay comunicación. Otra forma es el SMS. Otra es el correo electrónico, porque los móviles tienen que tener correo electrónico y da igual cuál sea, todos pueden hablar entre sí. El otro estándar es WhatsApp. Menos popular que las llamadas. Sí. Que los SMS, sí. Que el mail, sí. Pero infinitamente más popular que las demás apps. Salvando Facebook Messenger, todo sea dicho.

Whatsappéame. La app convertida en término coloquial. Es el estándar en la calle.

De absolutamente nada sirve que Telegram sea una app mucho más atractiva y divertida, más fácil de usar, más privada (es discutible) o más versátil. De nada sirve si en Telegram hay más 500 millones de usuarios usándola cada mes y en WhatsApp hay más de 2.000 millones según las últimas cifras. Lo vuelvo a repetir. WhatsApp es el estándar. "Te mando un WhatsApp" es el "te llamo" de las apps de mensajería, y eso es muy difícil de rebatir.

Y el que os escribe esto es muy fan de Telegram. Mi repertorio de stickers animados le da la vuelta a la manzana y uso la app mucho más de lo que uso WhatsApp, porque el grueso de mis amigos 'tech' está en Telegram. Pero en cuanto salgo de ese núcleo duro, la app a la que acudir es WhatsApp. Y por eso, y por nada más, WhatsApp es la mejor app de mensajería. Lo siento, es así. Es hora de aceptarlo y dejar las batallas a un lado.

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