Todavía guardo algunos recuerdos de cuando saqué mi Redmi 1S de su caja original (los llamaban Red Rice por aquella época), que se convirtieron en bonitos momentos al descubrir una capa de personalización con identidad propia. Se alejaba de Android puro, muy simple en esos momentos, y adoptaba algunos comportamientos de la competencia.
Suena a algo muy lejano, ¿verdad? Pues el sistema de Xiaomi iba ya por su quinta versión en el 2014. Tras aquel nostálgico smartphone, he disfrutado (y no lo neguemos, sufrido) de muchas versiones de MIUI a lo largo de estos años, hasta llegar a un MIUI 14 que ha adquirido una buena forma. Ahora, tenemos MIUI 15 en el horizonte y estos son mis deseos para una nueva versión de la que no conocemos muchos detalles.
Una interfaz en concordancia con Android
Lo más interesante de MIUI antaño era su interfaz. En unos momentos en los que Android no terminaba de perfilar un lenguaje de diseño sólido y atractivo, el parecido de MIUI a iOS (no nos vamos a engañar) le daba ventaja en este apartado. Sin embargo, y a pesar del avance de la interfaz de la capa de Xiaomi, está muy alejada de los cánones de Android.
Que es un problema del primer mundo no lo negamos a nadie, pero al navegar entre aplicaciones del sistema, de terceros y por los diferentes elementos como los ajustes, se produce una confrontación de diseños que no es agradable a la vista. Mucho menos lo es si buscamos productividad, así como dominar nuestro móvil.
Google es un buen ejemplo de ello: con la llegada de Material You en Android 12, la empresa de Mountain View comenzó a adaptar estas líneas de diseño a todas sus apps. Ahora, si tocamos un Pixel, nos damos cuenta de la continuidad y consistencia que su interfaz ofrece.
Eso es lo mismo que pido a Xiaomi, aún comprendiendo la dificultad que esto conlleva al tener distintos sistemas en distintas partes del mundo. Porque sí, que la versión china de MIUI se diferencie de la que tenemos en otras regiones dificulta esta tarea. De hecho, también nos vale Xiaomi de ejemplo si tomamos como referencia las ROMs chinas y las aplicaciones que encontramos en las store de allí.
Widgets más útiles y con diseños unificados
Los widgets tuvieron su época dorada en Android, y volvieron más fuertes que nunca en los últimos años. Xiaomi no ha querido quedarse atrás, pero lo cierto es que algunos de estos quedan en exclusiva para servicios de su país natal. Como comentábamos en el anterior apartado, las evidentes diferencias nos dejan con un MIUI algo peor.
Por tanto, no es difícil pedirle al popular fabricante chino que añada widgets de todas sus aplicaciones de sistema, y sobre todo, que vayan a nivel visual en concordancia con el resto de la capa de personalización. De paso, si consiguen darle ese toque extra de funcionalidad como ha hecho Apple con los de iOS 17, mejor que mejor.
También pueden fijarse en el Android de Google, donde vieron su segunda juventud. En este sistema, ya vemos widgets útiles como el calendario o el de Keep, que nos permite marcar nuestras notas directamente desde la pantalla de inicio.
Un MIUI 15 igual para todos
Llegamos al último deseo que viene a ser un aspecto algo general. Justo lo que hemos comentado anteriormente de las versiones Chinas y Globales. Si Xiaomi quiere extender su propia capa de personalización debe hacerlo de manera equitativa en todos los territorios.
De nada sirve añadir un widget súper mono de un gatito si cuando instale MIUI 15 no lo tengo disponible en mi teléfono. Es hora de que la firma de el salto y añada todas las novedades por igual, aunque esto conlleve sortear algunos obstáculos que aparecen al certificar sus dispositivos para usar Google Play.
Sin embargo, no es algo tan sumamente complicado como para verlo utópico, y obviamente vería normal algunas concesiones como aplicaciones y servicios que no hayan salido de su país natal. Pero el resto de elementos del sistema no debería ser difícil que llegaran a todas partes.
Bonus track: un sistema menos dependiente de Android
Como añadido extra, más que una novedad a nivel de característica, queremos hacer hincapié en que MIUI se convierta en un sistema más independiente en relación con Android. Nació de él, y sigue con muchos elementos comunes, pero en cierto modo se ha ido distanciando en filosofía.
Además, esta idea parece cobrar sentido si atendemos a las últimas filtraciones que llegan desde China, esas que anuncian un sistema operativo propio de Xiaomi. Quizá esa sea la solución a los problemas que hemos planteado a lo largo del artículo, y lo dice un fanático de Android.
Que en el mercado surjan nuevos competidores con nuevos sistemas no haría más que dar más opciones al usuario, que tendría la posibilidad de probar otros ecosistemas igual de funcionales. Y no nos queda duda de que Xiaomi tiene las herramientas y el potencial necesario para ello.
Sea como sea, falta menos para conocer la nueva versión de la capa de Xiaomi, por lo que los próximos meses nos descubrirán muchas de sus novedades. Por el momento, a sentarnos de brazos cruzados y a cruzar los dedos también para que algunos de estos deseos se cumplan.
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