Si tienes un teléfono Android y un coche con Android Auto, hay dos maneras de disfrutar del sistema operativo de Google mientras conduces: la primera está en tu propio móvil gracias al modo conducción del asistente de Google y la segunda implica la conexión de tu terminal y el vehículo para hacer uso de Android Auto. Ambas opciones tienen el mismo objetivo, pero su diseño y la experiencia de uso son muy diferentes. ¿Cuál es mejor? ¿Cuál es más conveniente?
¿Qué es Android Auto?
Empecemos por las presentaciones. Android Auto es el sistema de infoentretenimiento de Google para vehículos compatibles. Ojo, no es un sistema independiente como Android Automotive, sino que funciona duplicando la pantalla de tu móvil, así que necesitas por un lado un coche con una consola con Android Auto y por otro, un teléfono Android compatible.
Resumiendo, los requisitos son: un coche compatible con Android Auto (aquí tienes la lista oficial de Google), un smartphone o tablet Android con Android 8 o superior y una tarifa de datos. Esto es lo mínimo para conectarlo mediante cable, pero si quieres establecer la conexión de forma inalámbrica, entonces también será necesario:
- Que el móvil permita conexión Wi-Fi de 5 GHz.
- Que el móvil tenga Android 11 o posterior.
- Si tiene Android 10.0, que sea un Google Pixel o un móvil Samsung.
- Si tiene Android 9.0, que sea un Galayx S8 o S8+.
- Un coche o equipo estéreo que permita conexión inalámbrica.
Antaño era posible instalar Android Auto en tu teléfono, pero en 2021 apareció una nueva forma de usar tu teléfono Android mientras conduces que pasó a desterrar la opción de la app: el modo de conducción de Google Assistant.
¿Qué es el modo conducción de Google Assistant?
Si tienes un teléfono con Android 9.0 o superior y al menos 4GB de RAM, entonces puedes usar el modo de conducción de Google Assistant. Y si tienes un teléfono con Android 12 o posterior, ni siquiera será necesario instalar nada ya que viene de serie.
¿Cómo activar el modo conducción de Google Assistant? Simplemente invocando al asistente de Google "Ok Google, vamos a conducir". Otra opción es abrir Google Maps y en 'Ajustes' > 'Ajustes de navegación', acceder a 'Ajustes del Asistente de Google' y elegir cómo queremos que se inicie.
Aquí no hace falta que tu coche tenga una pantalla ni sincronización con esta, ya que lo que usaremos será el propio panel del móvil mediante una interfaz diseñada para el uso en manos libres, al recurrir a las órdenes de voz para su manejo. Eso sí, necesitarás una tarifa de datos.
Si no tienes Android Auto en tu coche y habida cuenta que ya no existe para móviles de forma autónoma, el modo conducción de Google Assistant es la única opción para usar Android mientras conduces (de forma legal, obviamente).
¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
Ahora ya sabemos que en ambos casos estaremos usando Android, que necesitamos un teléfono con el sistema operativo para ejecutarlo y una tarifa de datos.
Además, tanto Android Auto como el modo de conducción del asistente de Google pueden iniciarse automáticamente al detectar que estás con el coche en movimiento, siempre y cuando actives esta opción. Esto es lo que tienen en común, pero sus diferencias son significativas.
Una de las diferencias fundamentales es que solo podrás usar Android Auto si este es compatible con el sistema de infoentretenimiento de tu coche, mientras que el modo de conducción de Google Assistant te vale para cualquier coche.
Interfaz del modo de conducción de Google Assistant
Otra diferencia principal entre ambas opciones es la interfaz de usuario: aunque las dos comparten propósito, lucen ligeramente distintas. Así, el modo de conducción para Google Assistant diseñó con menos opciones e iconos más grandes (importante, considerando que el tamaño de la pantalla es menor que la de la consola del coche), por lo que luce más despejado pero a cambio ofrece menos información.
Con el modo de conducción del asistente de Google solo vas a encontrarte aplicaciones multimedia (Spotify, YouTube Music, VLC, Podcast, etc.), Google Maps, mensajes de texto y opciones de llamada. Pero la lista de aplicaciones disponibles con Android Auto es bastante más larga, y no faltan algunas tan populares como WhatsApp, Waze o TomTom Go. Este punto es importante, porque con el asistente de Google en cuanto a navegación estás limitado a Maps. No obstante, siempre te quedará ejecutarlas en segundo plano y recurrir a las manos (pero recuerda que esto es susceptible de multa)
Por otro lado, Google Assistant puede activarse e invocarse en Android Auto, pero no ofrece tanta cohesión como el modo de conducción propio.
En la actualidad, el modo de conducción del asistente de Google está presente en más países que en Android Auto, pero no siempre fue así. La clave está en que viene preinstalado en todos los smartphones a partir de Android 12.
¿Cuál es mejor?
La respuesta dependerá de lo que tengas y necesites mientras conduces. Si tu coche no tiene Android Auto y no quieres/puedes ponerle el sistema de infoentretenimiento de Google, no hay problema: ya has visto que esencialmente puedes hacer lo mismo sin gastarte un euro.
Ahora bien, supongamos que tienes ambas opciones. En ese caso el modo de conducción del asistente de Google tiene una gran ventaja: distrae menos ya que puedes controlarlo todo mediante la voz. Su interfaz es minimalista, las opciones están simplificadas y tiene lo imprescindible que vas a necesitar al volante y no más.
Pero Android Auto ofrece una experiencia más cómoda y completa: dispone de más opciones de personalización, hay más aplicaciones disponibles adaptadas a esta interfaz y tiene una pantalla más adecuada para visualizar. Además, puedes activar Google Assistant y así realizar la mayoría de tareas con la voz.
A título personal y como persona que hace uso del coche no para viajes cortos sino para largos trayectos, el tamaño y la disposición de la pantalla juegan un factor determinante para conducir muchas horas viendo mapas y otro contenido, así como poder elegir entre las aplicaciones que uso, como por ejemplo Waze. No obstante, para un uso puntual creo que valen perfectamente ambos.
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