Xiaomi va camino de completar una buena primera mitad de año, con lanzamiento potentes en distintos huecos del mercado. Hemos conocido la bestia del fabricante chino, el Xiaomi 14 Ultra, así como el resto de la gama alta. En sus marcas hermanas, como POCO, tenemos la referencia de la gama media con los POCO X6 y POCO X6 Pro, y de Redmi los superventas Redmi Note 13 cuyo máximo exponente es el Redmi Note 13 Pro+. Sin embargo, también renovó la parte baja de su portfolio con un terminal que pasa algo desapercibido pero está generando interés entre los que buscan un Android económico: el Xiaomi Redmi 13C.
Es este el que ha pasado por nuestra mesa de pruebas para ver hasta dónde es capaz de llegar Xiaomi en la gama de entrada más económica de su catálogo. Hemos pasado muchas horas usándolo como teléfono principal y ya estamos listos para contarte qué tal ha sido la experiencia. Nos permitimos adelantarnos al análisis para comentar que es uno de los móviles baratos más recomendables. ¿Qué características le permiten postularse como tal? Lo vemos a continuación.
Índice de Contenidos (5)
Ficha técnica del Xiaomi Redmi 13C
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Xiaomi Redmi 13C |
---|---|
Pantalla |
LCD 6,74" HD+ 90 Hz |
Dimensiones y peso |
168 x 78 x 8,09 mm. 192 g. |
procesador |
Helio G85 |
ram |
4 / 6 / 8 GB |
almacenamiento |
128 / 256 GB |
cámara frontal |
8 MP f/2.0 |
Cámara trasera |
50 MP f/1.8 2 MP f/2.4 macro Lente auxiliar por determinar |
Batería |
5.000mAh Carga rápida 18W |
Sistema operativo |
MIUI 14 Android 13 |
Conectividad |
LTE Wi-Fi ac Bluetooth 5.3 NFC (en algunos mercados) Radio FM Minijack USB-C |
Otros |
Lector de huellas en el lateral |
Precio |
XIAOMI Redmi 13C 256Go Noir
Un diseño en policarbonato y una trasera que recuerda al Redmi Note 13
El último gama de entrada de Redmi se presenta al mundo con un diseño sobrio que, siendo sincero, he de decir que entra por la vista. El Redmi 13C se viste de policarbonato para ofrecer una trasera con efecto mate que transmite buenas sensaciones. Está claro que no se iguala a materiales más premium, pero es que por menos de 150 euros no se le puede pedir mucho más. Esta trasera, como venía comentando, repele las huellas gracias a su textura, y únicamente rompe con este diseño el módulo de cámaras, que comentaremos más tarde.
En líneas generales es un terminal bastante grande: así lo expone su gran panel que ocupa casi todo el frontal. A pesar del elevado tamaño, para nada se siente incómodo en mano, todo lo contrario, pues sus redondeadas curvas mejoran la ergonomía al sujetarlo durante largos períodos de tiempo. Eso sí, tiene curvas en sus laterales pues las dos caras principales son completamente planas, recordando a otros lanzamientos del conocido fabricante chino.
Volviendo a la trasera, destaca el módulo de cámaras, formado por dos grandes circunferencias donde se alojan los sensores fotográficos: la cámara principal se encuentra aislada en uno, mientras que las otras dos comparten el mismo espacio. A la derecha de estas, se incluye un pequeño flash LED y una serigrafía con la resolución de 50 megapíxeles. Fuera del módulo, en la parte inferior, se observa la marca de Redmi junto a la información que nos señala el modelo.
Como decía, resulta cómodo aunque sea bastante grande. Esto se debe a un peso contenido, de aproximadamente 190 gramos. Nada mal observando el resto de dimensiones y viendo cómo es habitual superar la barrera de los 200 gramos. Tenía ciertas dudas sobre la botonera, pero quedaron disipadas nada más empecé a usar este móvil: se muestra firma aunque también sea de plástico, y viene en la disposición habitual (arriba volumen y abajo el botón de encendido), sin alardes ni fisuras.
La realidad es que el Redmi 13C tiene unos marcos laterales bastante despejados de elementos que los interrumpan. El derecho sostiene la botonera que he mencionado; el izquierdo la ranura para tarjetas SIM y microSD; el superior el conector de auriculares jack de 3,5 milímetros, y por último un canto inferior en el que destaca el USB tipo C, un altavoz y un micrófono. Sin sorpresas en el apartado estético, como hemos visto, que por otro lado se agradece. No tanto como en el frontal que también es continuista.
La parte frontal del smartphone de Redmi muestra su gran pantalla de 6,74 pulgadas, que ocupa casi todo el frente a excepción de un elemento que bien podría haber sido eliminado en esta nueva generación: el notch tipo gota. Después de varios años en los que éste dio paso al recorte circular (no tanto en la gama de entrada, hay que reconocerlo), se hace extraño tener esa ceja ovalada. Recortes aparte, tenemos en este panel la primera víctima del ajustado presupuesto: resolución HD+, quedando lejos de la experiencia de resoluciones superiores.
No es algo alarmante en este rango de precio, pero sí se echa en falta la resolución FullHD+ que es casi un estándar en pleno 2024. Por lo demás, nada que objetarle a una pantalla que está bien calibrada a pesar de unos colores bastante apagados y "lavados". Los ángulos de visión son aceptables, tendiendo a oscurecer la pantalla en cuanto la miramos desde otro ángulo que no sea el frente. Tampoco tiene problemas de visibilidad, aunque con mucho sol puede llegar a hacerse complicado leer algunos textos. No llega a verse tan claramente como en otros paneles que hemos revisado últimamente, aun así no debería suponer un impedimento.
Tampoco defrauda en relación a la tasa de refresco, situados en unos 90 hercios que podríamos decir, es el mínimo en los tiempos en los que nos movemos. Esta tasa se mantiene a lo largo de todo el sistema, eso sí, con algunos truquitos necesarios para evitar forzar un hardware que no es de lo más capaz. Luego lo vemos con más detenimiento porque toca seguir dando un paseo por el móvil para comentar el segundo apartado de la experiencia multimedia, es decir, el sonido.
El audio del Redmi 13C depende de un solitario altavoz que hace presencia, como dije antes, en el marco inferior junto al puerto de carga. ¿Qué podemos esperar? Un sonido aceptable sin pretensiones, suficiente para enterarnos de las llamadas y notificaciones. Porque realmente, para reproducir y disfrutar de contenido multimedia, queda bastante justito. Poca potencia, alrededor de los 80 dB comprobándolo con otro teléfono, y un audio bastante enlatado. Evidentemente, no podemos esperar más en este presupuesto, siendo válido para las tareas básicas.
¿Que queremos disfrutar de una buena peli o serie? Será mejor optar por unos auriculares externos, ya sean cableados, o inalambricos. Conectando unos Pixel Buds no ha habido ningún problema, de hecho, mejora sobremanera la experiencia multimedia. Aprovechando el puerto jack podemos conectar auriculares con cable, que devuelven una buena respuesta, siendo más determinante la calidad del accesorio.Y mediante Bluetooth también cumple: cuenta con códecs como aptX HD, aptX TWS+ y otros como LDAC, lo que permite asociar cascos compatibles para permitir un mayor bitrate.
Se cierra este primer capítulo con el apartado de biometría, perfilado por dos métodos que conocemos sobradamente. El desbloqueo facial funciona utilizando la cámara frontal, lo que no le posiciona como el más seguro. Por ello, lo más sencillo es activar el sensor de huellas dactilares localizado debajo del botón de desbloqueo. Un toque simple en él, sin llegar a pulsar, activará el reconocimiento que todo sea dicho: funciona a las mil maravillas, y es extremadamente rápido. Ninguna queja sobre él, en apenas un segundo estará la pantalla desbloqueada, lista para ser usada.
Un software optimizado para este hardware y a esperas de HyperOS
Hablar de rendimiento es hablar de las entrañas del móvil, que en este caso vienen protagonizadas por una vieja conocida del sector: MediaTek. El fabricante chino de procesadores dota al Redmi 13C de un Helio G85 que tiene casi cuatro años a sus espaldas. Es todo un veterano, pero aun así aguanta el tipo para usuarios que no busquen un rendimiento excelso. Sus dos núcleos Cortex A75 son los que le otorgan la poca potencia que tiene para altas cargas, mientras que los seis núcleos restantes se centran en la eficiencia. En la unidad que he analizado, viene acompañado de 8 GB de memoria RAM y 256 GB para el almacenamiento interno, de sobra para domar al software de Xiaomi.
A pesar de todo esto que cuento, me ha sorprendido la experiencia de usuario que devuelve. Apenas hay retardos al cambiar entre apps, aunque no sea el más rápido del momento, y la alta tasa de pantalla se mantiene durante casi todo el tiempo. Podríamos pensar que esto es una mentira, pero la respuesta al rendimiento aceptable está en el lado del software, del que hablaremos más adelante.
Los números no lo dejan en un buen lugar, afortunadamente son solo eso: números. El económico móvil de Xiaomi se mueve bien con las apps del día a día, como apps de mensajería y redes sociales. También se defiende con juegos casuales, sin que podamos exigirle mover títulos tan demandantes como 'Honkai: Star Trail' o 'COD: Warzone'. Y lo mejor es que el SoC es bastante eficiente, lo que hace que la batería resista mejor la demanda de potencia. El nuevo título de Activision no termina de correr lo suficientemente bien, en cambio el anterior 'Call of Duty: Mobile' sí lo consigue hacer a una tasa estable de fotogramas; reducir la calidad global gráfica permitirá subirla hasta los 60 fps.
Como de costumbre, este Redmi 13C ha pasado por tres pruebas sintéticas que nos dirán cómo se sitúa frente a algunos competidores directos en términos de potencia bruta. Estos son los resultados obtenidos en los tests:
|
xiaomi redmi 13c |
oppo a58 |
REALME C67 |
XIAOMI POCO C65 |
REALME C55 |
---|---|---|---|---|---|
procesador |
MediaTek Helio G85 |
MediaTek Helio G85 |
Qualcomm Snapdragon 685 |
MediaTek Helio G85 |
MediaTek Helio G88 |
ram |
8 GB |
6 GB |
8 GB |
8 GB |
6 GB |
GEEKBENCH 6.0 (SINGLE / MULTI) |
435 / 1.314 |
430 / 1.443 |
474 / 1.588 |
437 / 1.210 |
374 / 1482 |
3D MARK (WILD LIFE UNLIMITED) |
750 |
748 |
- |
- |
748 |
PCMARK WORK 3.0 |
9.520 |
6.727 |
7.391 |
8.963 |
8.450 |
Ahora sí, hora de analizar el software. Xiaomi sigue desplegando su nuevo "sistema operativo", HyperOS, y curiosamente todavía no está disponible para este Redmi 13C. Por tanto, durante estas semanas he seguido utilizando MIUI 14 como antaño, sin que suponga ninguna desventaja más allá de no tener el software al día. De todas formas, estará al caer para este móvil barato, y seguramente le siente bien. Fuera de esto, la antigua capa de personalización de Xiaomi hace presencia sobre Android 13, la penúltima versión del SO de Google.
Teniendo en cuenta que el terminal se puso a la venta antes del nuevo año, sí podríamos haberle pedido salir con Android 14 de la caja, aunque mantener tantos modelos diferentes entre sí termina perjudicando al rango bajo. Además, el parche de seguridad disponible data de noviembre de 2023, es decir, va con seis meses de retraso en los que Google ha ido tapando vulnerabilidades del sistema. Punto negativo para el fabricante chino, a pesar de que los usuarios no suelan percatarse de estos detalles.
Este software aderezado con una gran suite de apps de Xiaomi, viene cargado de aplicaciones extra. El temido bloatware saluda nada más encendemos el dispositivo por primera vez, aunque afortunadamente, podemos desinstalarlo en su mayoría. En esencia son apps de redes sociales, de alguna tienda electrónica y juegos casuales algo desconocidos. Otro aspecto a destacar de MIUI 14 en este Redmi 13C es la posibilidad de añadir más memoria RAM usando la técnica de la RAM virtual.
Por lo demás, no hay nada nuevo ni sorpresivo. Y eso es bueno siempre que nos guste el ecosistema de Xiaomi, que a mi parecer, alcanzó un gran nivel en la última versión de MIUI. Ahí está el bonito centro de control, y la presentación de notificaciones al estilo del fabricante. Aunque, sin duda, lo más relevante en este modelo es el buen nivel de optimización conseguido, siempre con el modesto hardware en mente. Antes de utilizarlo, me temía una experiencia de usuario no demasiado buena, y ha sido todo lo contrario.
Se debe, en gran parte, a que la versión de MIUI ha sido aligerada en su apartado estético, con animaciones mucho más simples, sin tantos efectos visuales. Y todo eso repercute en el buen funcionamiento del teléfono, que con un procesador muy justito y antiguo devuelve una buena experiencia para usuarios que utilicen su teléfono para llamadas, navegación web, apps de mensajería y consumo multimedia.
Evidentemente no podemos pedirle más de lo que es capaz de hacer, o enseguida aparecerán los lags ensuciando la navegación por apps y por el sistema. El target de este Redmi 13C no tendrá ningún problema utilizándolo en el día a día, Xiaomi se ha asegurado de ello. Ahora, veamos una de las principales fortalezas del terminal, que adelanto que es la autonomía. Como he dicho con anterioridad, el procesador es muy eficiente, y esto junto al software optimizado le otorgan una autonomía envidiable.
Durante las pruebas, he alcanzado las seis horas y media de pantalla activa sin desactivar nada, ni siquiera he vigilado las conexiones. Al final, este Redmi 13C es capaz de atravesar un par de intensas jornadas sin tener que estacionar en el enchufe. Cuando he abusado un poco más de navegación GPS y juegos casuales, es de esperar algo menos de autonomía global, aunque siempre es posible alcanzar las siete e incluso ocho horas de pantalla encendida (en una sola jornada, exprimiéndolo al máximo). Cuando lo he usado menos debido al trabajo, me ha llegado a aguantar hasta tres días, una marca realmente alucinante.
Y es toda una suerte que dure tanto la batería de este móvil Xiaomi, pues se toma un buen tiempo en cargar. Dada la carga rápida de 18 vatios, los 5.000 mAh hacen mella en los tiempos de carga, llegando a ser exageradamente amplios. No es una carga rápida que nos permita salir del paso, al revés, compensa más darle una carga completa durante la noche para tener autonomía de sobra. ¿Cuánto tarda en total? Lo vemos en los distintos porcentajes alcanzados según el tiempo.
- 5 minutos de carga: 3 % de batería.
- 10 minutos de carga: 9 % de batería.
- 20 minutos de carga: 19 % de batería.
- 30 minutos de carga: 29 % de batería.
- 50 minutos de carga: 41 % de batería.
- Total: 165 minutos de carga.
Fuera de eso, mantiene a raya la temperatura mientras carga, aunque será normal detectar un poco más de calor tanto en la trasera como en su pantalla. Eso sí, el cargador no se incluye en la caja por lo que debemos adquirirlo por separado. Debe ser compatible con Quick Charge 3.0 para aprovechar todo su potencial. Ahora toca revisar un apartado ciertamente complicado para este móvil barato de Xiaomi, veamos cómo se desenvuelven sus cámaras.
El Redmi 13C lo apuesta todo a una cámara
Destacar en fotografía cuando tienes un presupuesto realmente ajustado es complicadísimo. No lo digo por el número de cámaras, pues la tendencia actual de añadir cada vez más sensores en este rango de precio se repite en este modelo de Xiaomi. Me refiría a la calidad global: sumar tres cámaras de calidad se antoja tarea imposible por menos de 150 euros. En esencia, la que más he usado es la principal, un sensor cargado de megapíxeles que ensombrece las otras dos cámaras presentes en el terminal: un testimonial macro para fotos cercanas de dos megapíxeles y un tercer objetivo auxiliar de resolución desconocida; posiblemente este último se utilice para un mejor modo retrato aunque Xiaomi no lo confirma.
Quedan claras las intenciones del fabricante chino para este móvil económico, las cuales son, invitar al usuario a utilizar siempre la lente principal de 50 megapíxeles. ¿Será suficiente para proporcionar una buena experiencia? Vemos los resultados a continuación, no sin antes comentar una app de cámara que será la base donde comience y termine el control de las cámaras del Redmi 13C.
Una de las bondades de MIUI -también de HyperOS- es su aplicación de cámara: cuenta con interesantes funciones como la de «Time-lapse» y permite capturar a la máxima resolución del sensor principal (50MP). En ella encontramos la disposición habitual por pestañas con la que se elige el modo rápidamente. Hablando de los modos, no están los habituales de Xiaomi debido a la ausencia de cámaras extras como el ultra gran angular, y debido probablemente al modesto interior de este Redmi 13C.
Me he encontrado usando muy poco el modo de 50 MP, pues desecha varios ajustes de parámetros, como el HDR automático. Por ello, he tirado en la mayoría de ocasiones del modo foto, el estándar, que por cierto da acceso a la cámara macro. Xiaomi añade también algunas herramientas como la cuadrícula y la «Ráfaga temporizada» con la que tirar muchas fotos seguidas en un intervalo de tiempo que marca el usuario. Ahora, toca ver cómo se comporta la app en acción y qué resultados he obtenido usándola.
De día, y con suficiente luz, la respuesta es bastante buena. Buen rango dinámico e interpretación del color. El balance es correcto, no he apreciado la sobreexposición en ninguna de las tomas.
El procesado, eso sí, no se excede en la saturación, por lo que no resultan tan llamativas a simple vista. Respecto al detalle, ninguna queja, siempre que no perdamos de vista el precio del móvil.
Capturar en el modo de 50 MP no supone un gran salto, aunque consigue rescatar una mejor nitidez en detalles lejanos. Más allá de eso, la restricción de parámetros debemos tenerla en cuenta si buscamos un mejor rango dinámico con el HDR.
Invitado a utilizar el botón x2 del zoom digital, lo he usado bastante para acercarme a los detalles. Evidentemente, es un recorte realizado sobre la imagen original: se puede apreciar por la falta de definición en los bordes de los objetos. El efecto acuarela hace mella, por lo que será aconsejable tomar la foto más cerca.
El sensor secundario macro permite tomar detalles a escamos centímetros del Redmi 13C aunque su escasa resolución no devuelve un resultado digno de enmarcar.
En relación a la cámara frontal, no es complicado ponerla en aprietos. Falta detalle, nitidez, y una mejor representación del color. Los selfis lucen algo apagados, sin que suponga un impedimento para tomar alguno casual a plena luz del día y en el exterior. El recorte por software (apoyado seguramente por el tercer sensor) no está mal, pero como digo la calidad global no es para tirar cohetes.
En escenas nocturnas, la cámara empieza a mostrar sus debilidades. Aun así, en situaciones con luz artificial podremos rescatar una buena captura sin demasiadas dificultades. Y eso es una buena noticia por la ausencia de un modo 'Pro' que permita cambiar los parámetros.
Cuando todavía hay menos luz, comienza la fiesta: es fácil que el sensor pierda el foco, y cuando lo consigue la nitidez deja bastante que desear. Repito, es normal en un móvil que cuesta menos de 150 euros. Por suerte, el modo noche palia varios de los defectos, y balancea acertadamente las luces. Consigue además captar un granito más de nitidez, sin resultar muy diferencial.
En estas últimas imágenes se puede apreciar lo que digo del «Modo nocturno». Unas luces mejor representadas, más luminosidad en las zonas oscuras y un grado más de detalle. Casi me olvido de la grabación de vídeo, aprovechable más que nada con luz: graba a una resolución máxima de 1080p/30fps en clips en los que deberemos ser cuidadosos por la falta de estabilización.
Xiaomi Redmi 13C, la opinión de Xataka Android
Tras las pruebas que he comentado detenidamente, queda claro que este económico móvil va directo a la gama de entrada donde muchos usuarios acuden para obtener un smartphone lo más competente posible. Encajar las piezas de este puzzle nunca es tarea fácil, pero pienso que Xiaomi ha conseguido darle continuidad a sus 'Redmi C' con un conjunto solvente. Además, estéticamente se acerca a sus hermanos mayores, con un diseño parecido a los Redmi Note 13.
Como cualquier teléfono del mercado, tiene sus puntos débiles y sus fortalezas, aunque en esencia prevalece por no tener faltas graves. Eso no significa que presuma, todo lo contrario, pues su modesto hardware es la prueba de la gama donde nos movemos. Por ende, no es apto para quienes busquen una experiencia gaming para títulos potentes técnicamente ni para los que necesiten un móvil Android veloz para trabajar.
Encaja en presupuestos ajustados para entrar por primera vez en el mundo móvil, para adolescentes a los que les gustará su diseño. Y para ser justo, no debería desentonar en usuarios que no hagan un uso intensivo ni necesiten una cámara para ocasiones importantes. Sus propias virtudes lo colocan junto a competidores directos, frente a los que no cae, aunque me gustaría ser más exigente para ver un modelo más potente y redondo en la próxima generación. Xiaomi ya conoce y posee los ingredientes necesarios.
6,5
A favor
- Batería para varias jornadas
- Un precio muy ajustado
- Mucha memoria RAM y almacenamiento
En contra
- Su cámara se defiende pero palidece en muchas situaciones
- La calidad de su altavoz podría ser mejor
- Su software: se mueve bien por la optimización pero sigue sin probar HyperOS ni Android 14
XIAOMI Redmi 13C 256Go Noir
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