Con todo el pescado de un esperado Google I/O 2017 ya vendido en torno a la inteligencia artificial y el 'machine learning', todas las miradas se enfocaban a Andy Rubin y su nueva aventura Essential, que sin embargo no ha supuesto la revolución esperada para un mercado ávido de novedades como el de los teléfonos inteligentes.
Es complicado innovar en un mercado maduro, saturado y volátil como este, pero con tantos partners trabajando alrededor de Android lo cierto es que es sólo cuestión de tiempo que alguno de ellos encuentre la tecla de un desarrollo exitoso. De hecho, la propia Samsung ha llegado mucho antes que Google a tecnologías clave como la realidad virtual o los smartwatches, así que hemos querido repasar todos esos desarrollos de Samsung que luego acabaron llegando a Android.
No vamos a hablar de competiciones entre fabricantes ni a mezclar la polémica, pues al nivel del usuario la realidad es que nos da exactamente igual quien innove si la novedad es útil e interesante. A veces es bueno reivindicar la bondad de la copia, y si las mejoras son buenas... ¿por qué no tenerlas todos?
Este año 2017 tan sólo queda esperar novedades en el último trimestre en torno a la actualización de la gama Pixel y Android O, pero no esperamos demasiadas sorpresas ya, con un futuro que apunta a la inteligencia artificial y a la realidad virtual como pilares fundamentales de la nueva experiencia digital.
Es en este sentido donde Samsung más ha trabajado en las últimas temporadas, desligándose a veces de una plataforma Android que parece desarrollarse de forma más lenta. Así, apoyado en Tizen llegó primero a los smartwaches, y con la ayuda de Oculus se anticipó a la realidad virtual, y no son los únicos ejemplos de una lista que engloba hasta 7+1 tecnologías clave donde Samsung se adelantó al mercado.
1. Samsung Knox y la apuesta por el entorno 'business'
Desde la caída de la otrora omnipresente Blackberry, lo cierto es que los entornos más profesionales y de negocios no habían estado demasiado cuidados por las principales plataformas de dispositivos móviles.
Una Samsung acostumbrada a poner su patita en cada hueco del mercado, pensó que una suite de software diseñado para entornos BYOD -Bring Your Own Device- sería ideal para aquéllos profesionales que quiseran utilizar su propio dispositivo para trabajar, y con esa premisa nació Samsung Knox.
Seguro que Knox no le habrá reportado grandes beneficios a Samsung, pero sí el reconocimiento de una industria que ha sabido valorar el esfuerzo de los coreanos con sus sistemas de seguridad, así como el buen funcionamiento de Knox a la hora de separar el entorno profesional del personal en un mismo teléfono.
No en vano, la propia Google reconocía que Android for Work se había desarrollado en colaboración con la propia Samsung tomando como base la suite Knox, que ha sido galardonada en varias ocasiones como la plataforma móvil más segura del mundo para trabajar.
2. Galaxy Note y el estreno de una multitarea "real" en Android
Una de las novedades más importantes de Android 7.0 Nougat es sin duda la multiventana, o más bien la pantalla dividida, que al fin llega nativamente a Android permitiendo utilizar a la vez dos aplicaciones diferentes en pantalla en tu smartphone.
La multitarea "real" no es algo nuevo en el sistema operativo móvil de Google, pues el Samsung Galaxy Note 3 la estrenaba a bombo y platillo hace ya varios años, demostrando que los phablets habían llegado para quedarse y que sus capacidades gracias a su gran formato estaban lejos de los smartphones más tradicionales.
Quizás sea una funcionalidad más aprovechable en tabletas, de hecho es una de las bases que utilizan las tabletas Android destinadas a la productividad, pero es un hecho demostrado que se trata de una opción útil y que ha tardado mucho en llegar a Android de forma nativa.
3. Samsung DeX anticipa los escritorios ampliados de Android
Continuando con las funcionalidades más productivas que se pueden aplicar a Android, lo cierto es que todos esperamos hace tiempo una convergencia entre los sistemas operativos de Google, Android y Chrome OS, en un desarrollo que hemos conocido como Andromeda.
No sabemos si esta funcionalidad de escritorios ampliados para utilizar Android como un sistema operativo de sobremesa llegará con un Android O que cuenta ya con dos Previews para desarrolladores, aunque lo más probable es que todavía tengamos que esperar muchos meses para verlo.
Esperar o utilizar Remix OS, el mejor fork para escritorio de Android, aunque si lo que queréis es una experiencia convergente de verdad la única solución es buscar en el catálogo de Samsung.
Sacad la cartera, pues necesitaréis compraros un Samsung Galaxy S8 ó S8+ y su base Samsung DeX, que con la ayuda de un teclado, un ratón y un monitor externo convertirá a vuestro smartphone en un PC de escritorio básico. Nadie dijo que la novedad era barata.
4. Samsung Pay, limitado pero de nuevo pionero
Lejos de la guerra de los servicios de pago móvil, donde todos los actores implicados quieren un papel protagonista, lo cierto es que Samsung Pay volvió a anticiparse a la competencia en España, a donde llegó oficialmente el verano pasado anticipandose unos seis meses a un Apple Pay presto para la última campaña navideña.
Ni bancos, ni operadoras, ni fabricantes de dispositivos se han puesto de acuerdo de momento en converger hacia un servicio de pago, y de hecho Samsung Pay ofrece soporte sólo para tarjetas de cuatro entidades bancarias españolas. No le va mejor a Apple Pay, nacido de la mano del Banco Santander, y otros bancos como ING Direct utilizan sus propias pasarelas de pago móvil.
Todavía queda camino por recorrer, pero lo cierto es que los pagos con el smartphone también han venido para quedarse y Samsung de nuevo ha estado en la vanguardia del mercado.
¿Y dónde está Android Pay? Pues el servicio de pago móvil nativo de Android, presentado junto a Android M en el Google I/O 2015, llegará muy pronto a España según promesas de Google, que en una de las conferencias del I/O 2017 confirmó que Android Pay ya está en la rampa de salida en nuestro país. Queda muy poco para ver si su llegada supone el empujón definitivo a los pagos con el smartphone.
5. Samsung Gear y la hegemonía de Tizen for Wearables
Los relojes inteligentes no acaban de despegar tampoco en el mercado, quizás porque las necesidades de los usuarios no están demasiado definidas para este tipo de dispositivos en un mercado bastante inmaduro.
Hay que reconocer sin embargo que si un fabricante lo ha intentado con los smartwatches éste ha sido el gigante coreano Samsung, que camina ya por la tercera generación de su Gear S y contando una buena gama de relojes desde que en 2013 llegase el Samsung Galaxy Gear.
Todos los relojes de Samsung menos uno -el Gear Live- han apostado por un renacido sistema operativo Tizen, que en su versión para wearables le saca una enorme ventaja a un tardío y testimonial Android Wear excesivamente limitado y sin posibilidades.
Google lo sabe y quizás por ello Android Wear 2.0 ha traído aire fresco e independencia a unos dispositivos que comienzan a especializarse en el deporte, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Otro punto para Samsung.
6. Samsung SimBand y Samsung Health
Que Samsung ha sido uno de los fabricantes más comprometidos con la llegada de los dispositivos vestibles no es casualidad, y buena prueba de ello es Samsung SimBand.
Hace ya un par de años que la división mHealth de Samsung presentaba su prototipo de plataforma de desarrollo modular y Open Source para trabajar con wearables centrados en la salud, abriendo además el proyecto a desarrolladores y publicando un SDK.
Es cierto que SimBand no ha traído demasiadas novedades a la industria, pero el gasto en I+D lo ha aprovechado Samsung para integrar en sus dispositivos más punteros sensores dedicados a recoger información sobre la salud de sus usuarios. La Samsung Gear Fit 2 avanza en la idea de la SimBand, y aunque está lejos de referencias en la cuantificación como Fitbit el punto de inicio es prometedor.
Samsung Health llegó además acompañando a los primeros wearables de la compañía, mucho antes de que Google lanzase su plataforma Fit para la cuantificación del ejercicio diario. Además, dicha cuantificación depende sobremanera de una suite de software que sepa sacar partido a los datos recogidos, y Samsung Health está muy lejos de Google Fit en cuanto a funcionalidad, aunque obviamente se quede a medio camino a la hora de competir con Fitbit o Jawbone.
7. Samsung Gear VR, el último cuadrilátero del mercado digital
Si habéis conseguido llegar hasta aquí y os hablamos del futuro del mercado de smartphones, seguro que a todos se os va el pensamiento hacia la realidad virtual y la realidad aumentada, los últimos caballos de batalla de la electrónica de consumo.
Fenómenos sociales basados en realidad aumentada como Pokémon Go tienen la culpa, aunque la realidad virtual gana terreno en el ocio por su espectacularidad y las experiencias que nos permite vivir -casi- en primera persona. Samsung y Oculus nos traen de la mano las gafas Gear VR, un accesorio imprescindible para los smartphones de gama alta coreanos y que, de nuevo, llegó mucho antes que Daydream, la plataforma VR de Google para Android.
Hemos de reconocer eso sí que Google ha ganado la partida en la realidad aumentada con Project Tango, una tecnología que lleva inteligencia espacial a los smartphones y que ya está disponible en el mercado para algunos terminales que implementan su sistema de triple cámara.
Volviendo a la realidad virtual, la posición de Samsung y de su plataforma Gear VR diseñada junto a Oculus es ventajosa, pues ya es funcional, cuenta con su tienda de aplicaciones y un gran catálogo de títulos y experiencias, y la masa de usuarios es grande tras después de que el gigante coreano regalase las Gear VR a todos los compradores de un Galaxy S7 el año pasado.
Con las nuevas Gear VR con controlador inalámbrico recién llegadas a las tiendas en nuestro país, la realidad virtual también espera un empujón que la popularice para llegar a todos, pero aquí no tenemos dudas pues el futuro pasa por esta tecnología.
BONUS: Samsung S-Pen y la productividad total
No son las únicas tecnologías que Samsung ha traído a los teléfonos inteligentes, pararse en un mercado tan fugaz y volátil como este sería de hecho un error mayúsculo, pero sí hemos desgranado ya las tecnologías clave a las que el gigante coreano ha llegado antes.
Sin embargo, no sería elegante dejarnos en el tintero uno de los mayores éxitos de Samsung desde su aterrizaje en la plataforma Android. Si preguntásemos seguro que muchos lo habríais adivinado, pues hablamos obviamente de la gama Galaxy Note y el nacimiento de una gama phablet que vino para quedarse.
¿Y qué tecnología clave acompañó el nacimiento de los teléfonos de gran formato? Pues nada menos que el S-Pen, el stylus óptico con tecnología de Wacom que busca la productividad total en el smartphone.
No ha tenido suerte Samsung con sus últimos Galaxy Note, otros años los verdaderos protagonistas de su catálogo, pero se espera que tras una malogrado Galaxy Note 7 la iteración de este 2017 suponga un punto de inflexión para una Samsung que todavía se recupera de los sustos del ejercicio pasado.
Pero no todo han sido aciertos...
Como ya hemos visto, el gigante coreano ha estado en la vanguardia en muchos de los desarrollos más importantes que hemos vivido en el mercado de smartphones, aunque para conseguir el éxito lo más habitual es fallar siempre antes.
En el camino de la innovación y el desarrollo de Samsung ha habido también muchos lunares y muchas funcionalidades olvidadas, y el primero de ellos es una personalización TouchWiz que no deja de adelgazar para dar paso a esa versión de Android mucho más limpio que todos los usuarios de Samsung reclamaban.
De hecho, Samsung y sus personalizaciones sobre Android no habían dejado de cosechar aluviones de críticas hasta la llegada del Galaxy S7, que marcó un antes y un después dejando atrás infinidad de funcionalidades confusas, menús saturados y una interfaz sobrecargada que introducía incluso lentitud de funcionamiento.
Seguro que todos recordaréis funciones de dudosa utilidad como Smart Scroll, que nunca llegó a a ir del todo bien a la hora de hacer scroll mirando al dispositivo. Tampoco otras aplicaciones que en su día llegaron preinstaladas como Group Play, Smart Tutor, PEN.UP, etc. Incluso los servicios duplicados como S Translator, que no aportan demasiado valor, pierden sentido teniendo ya Google Translate integrado de forma nativa en Android.
En cuanto a dispositivos, a Samsung hemos de atribuirle fracasos estrepitosos como el Galaxy Beam y su picoproyector, así como incursiones en mercados inmaduros como un Samsung Galaxy Gear extraño, con su cámara en la correa, en los albores de los smartwatches.
Incluso se podría contar entre los desaciertos la llegada del Galaxy Alpha, el primero de los Samsung que introducía el metal entre sus materiales, y que poco después fue descontinuado en favor de construcciones más baratas. Su concepción y su hardware lo dejaron a medio camino entre la gama alta y la media, pero con un precio lejos de su competencia. Eso sí, dejó una herencia de diseño exitosa para Galaxy Note 4 que en su día marcó cifras de superventas.
Si algo hemos de agradecerle a la firma coreana es precisamente que nunca se haya estado quieta, y que siempre haya intentado poner su patita en todos los huecos del mercado. Lo último, la discutible aparición de un inacabado Bixby, que llega, esta vez sí, tarde e incompleto al ya poblado elenco de asistentes inteligentes. Lo probaremos en su momento, pero por ahora que siga la fiesta...
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